Yara y Jesús buscaban una boda que pudiese unir la naturaleza y la frescura del campo, con elegancia andaluza.
Para un día tan especial, Yara escogió un bonito vestido de la colección 2013 de Pronovias de encaje, a juego con su abanico listo para aplacar el calor.
El ramo de novia era silvestre y romántico en colores verdes y blancos, predominando los ranúnculos y los lisianthus.
Tanto la ceremonia como el banquete tuvieron lugar en “Los Ortejones”, una finca situada en Málaga propiedad de la familia de la novia donde crían su yeguada.
La ceremonia tuvo lugar entre árboles de aguacate, en plena naturaleza. Se ideó un pequeño y sencillo altar con las imágenes de la Virgen del Gran Poder de Sevilla, Stma. de Lágrimas y Favores de Málaga, muy especial tanto para los novios como para sus familias, y sillas de tablao.
La verdad es que los pajes estaban ideales vestidos, muy simpáticos con sus trajes 100% andaluces.
Efectivamente, cada momento de la boda, decorada a la perfección por Sí! Quiero, se celebró en una zona diferente, todas ellas con un enfoque distinto. Sí! Quiero diseñó y dio forma a los gustos de los novios: una celebración natural, campestre y flamenca.
¿Lo más destacado? La zona chill out de barra libre con alfombras en gris, sofás en blanco y lámparas plata colgando de los árboles.
A última hora, los más jóvenes se lanzaron a la plaza de toros de la finca para bailar flamenco, rumbas, pop y hasta reaggeton. Los más fuertes, cogieron en hombros al novio y le dieron, cual torero triunfante, una vuelta al ruedo.
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