Después de haber pasado años duros desde el 2020, lo que más pedimos cada vez que iniciamos año nuevo es salud. Y es que la lista de propósitos típicos de siempre eran: ¿Gimnasio?, ¿dejar de fumar?, ¿beber menos?, ¿empezar a estudiar antes?… Pero en este 2023 esperamos que las cosas muy bien y que tengamos salud y trabajo tras estos años que están siendo tan complicados a nivel económico. Y si nos centramos en la relaciones amorosas, ¿qué tal si mejoras tu relación? Los consejos que te brindamos son propósitos sencillos, sobre todo si os queréis de verdad.
Dar y recibir
Aunque parezcan consejos de un grupo barato de autoayuda, estas dos máximas son fundamentales para que tu relación vaya por buen camino. ¿Recuerdas todos esos momentos de egoísmo que tu pareja te reprochó? A lo mejor se calló y todo te llega de golpe, que es peor. La búsqueda del equilibrio es la solución a tus problemas. Si te hacen un favor, si están por y para ti, si te ofrecen un hombro en el que llorar, corresponde con lo mismo y erige un nuevo monumento a la empatía.
Independencia
Estar juntos es una actividad necesaria para que la relación fructifique, pero también lo es la manutención del espacio personal y la independencia. Pasar tiempo separados, tanto con amigos como a solas, inmersos en vuestros propios hobbies, os permitirá valorar la relación. Esa ausencia activa la chispa que es necesaria para vuestra viabilidad como pareja. Encontraros será mucho más emocionante.
Por otro lodo, la independencia va más allá y también aborda el aspecto económico. Los hombres y mujeres-florero no los queremos en nuestra vida, pues denotan debilidad, conformismo y una falta de ambición (no hablamos precisamente de dinero) con la que no comulgamos. Antes de pareja sois personas y es esa especialidad como seres únicos la que os hace triunfar en el amor, por si todavía no os habíais enterado.
Emocionarse
No hay nada como abrirse, mostrarse sin tapujos, beber de los mejores sentimientos y llenaros de vida en cada uno de vuestros encuentros. Debéis reír por tonterías, llorar si os emociona cualquier circunstancia, expresaros y, sobre todo, perder el miedo. Cuando te enamoras, cuando sientes que algún mecanismo ha abierto la veda del amor, descubres que no hay vergüenzas ni tabúes; todo vale, todo está dispuesto para que las dos personas se manifiesten, con lágrimas o sonrisas.
Fin a las malas caras
Tu cara de ajo, de vinagre o de cualquier producto que amargue no nos provoca ninguna alegría. Más bien, nos da ganas de cerrarte la puerta en las narices, así que imagínate lo que piensa tu pareja. Exacto. Si estás amargado/a, busca una solución, cambia de trabajo, acude al psicólogo o plantéate tu relación, pero no martirices a tu chico/a, que no se merece tus expresiones desagradables. Intenta ser feliz y no hagas sentir culpable a los demás.
Sinceridad
Habla si tienes problemas, cuenta todo lo importante que se te pase por la cabeza si estás de bajón o preocupado. Aunque tú te encuentres mal, es muy frustrante estar al otro lado, sin saber qué pasa y alimentando tu imaginación, normalmente desbordada en casos de extrema confusión. Una conversación a tiempo repara heridas o posibles hemorragias. Si no, que no te extrañe si él o ella decida ignorarte. Todos tenemos un límite.
Ambición
Ambición por crecer individualmente y por llegar a unas metas que den fortaleza a la relación. Matrimonio, hijos, nuevos proyectos laborales, viajes, historias… Cualquier cosa que sacie tu apetito vital. Si tu mayor ambición consiste en quedarte en el sofá con tu pareja, porque tu media naranja también es feliz con esta muestra de sedentarismo, no vamos a juzgarte, pero quizá acabes por convertirte en una estatua de sal, al igual que tu relación. Con el tiempo, estas estatuas pueden tambalearse y caer, con todo lo que ello supone.
Respeto
La base de toda relación. Ambas personas están al mismo nivel y nada se da por supuesto (tareas domésticas, educación, niños, empleos, decisiones, responsabilidades…). Si se consigue ese equilibrio, cada vez más común en la sociedad aunque todavía haya mucho por hacer, el machismo y esas historias quedarán fuera de vuestro idilio. Si todo esto saliera de forma natural, el mundo iría mucho mejor. Mientras, esfuérzate por mejorarlo y dar ejemplo a las parejas que sufran desequilibrio, destinadas a una vida marcada por los estereotipos y la falta de libertad real. Igualdad ante todo.
Si vuelves a leer este listado de buenos propósitos, pronto descubrirás que hay cosas que no son imposibles. ¿Ir al gimnasio?: un mito. Cuidar tu relación: con trabajo, todo es posible. ¡Feliz 2022!
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