La llegada del bebé a la pareja es algo que se suele esperar con mucha ilusión. La mayoría de las parejas lo planifican y emplean los nueve meses para preparar la llegada del nuevo miembro de la familia. Es un momento de mucha unión entre los dos, comparten ilusiones, ecografías, imaginan juntos como será, buscan un nombre y se idealiza mucho la llegada del bebé. Se viven experiencias únicas que no muchos vuelven a repetir, y se proyecta en la llegada del bebé unas altas expectativas.
Cuando el bebé llega a la pareja todo se revoluciona y no siempre es tan ideal como lo habíamos imaginado. Esa tranquilidad de la que disfrutabais los dos se convierte en otra cosa. De repente, todo ese tiempo que os dedicabais el uno al otro se vuelca en el bebé del cual nos enamoramos completamente. Pero, ¿qué pasa con la pareja? Cuando somos padres esa relación tan importante pasa a segundo (¿o tercer?) plano. El bebé es un cambio importante y la pareja necesita un reajuste para adaptarse a la nueva situación y no verse perjudicada.
Toma nota de estos cinco consejos para mantener la conexión con tu pareja cuando llega el bebé:
Acepta el cambio
Parece evidente pero hay parejas que, ante la llegada del bebé, quieren y pretenden llevar el mismo ritmo de vida que antes, y se frustran mucho cuando esto no puede ser. Es recomendable aceptar que habrá un tiempo donde no podremos hacer las mismas cosas de la misma manera. Hay una etapa en la que el bebé nos pide adaptarnos a sus ritmos. Esto significará quizá no poder leer tranquilamente en casa, no poder ver una película sin interrupciones, no trasnochar con amigos, no poder cenar fuera de casa, etc. El que puedan realizarse o no estos planes ya no solo depende de dos personas, sino de tres. A medida de que vaya creciendo el bebé, podremos ir recuperando pequeños hábitos y planes que teníamos antes.
Prioriza
El poco descanso, el estrés y el caos que a veces rodea la llegada de un bebé hace que focalicemos mucho la atención en el orden y limpieza por miedo a descontrolar la situación, pero párate y piensa si realmente eso es lo más importante. Quizá lo que mejor te venga hacer cuando tu bebé no te pida atención sea descansar y conectar con tu pareja, compartir un momento de ternura con él o ella. Reconecta.
Dedicar un espacio para la pareja en el día a día
Si disponéis de apoyo familiar quizá podéis hacer pequeñas escapadas esporádicas para estar un rato juntos cuando el bebé lo permita. Pero lo más importante es que consigáis establecer un espacio en el día a día donde podáis estar juntos, dedicaros una sonrisa o un gesto de cariño. El estrés y el día a día pueden hacer que aplacemos estos
espacios, pero son importantes, resérvalos.
Acuérdate del sexo
Tras la llegada del bebé algunas parejas ven disminuida su lívido y apetencia sexual. Esto es normal. El cansancio, el estrés, posibles secuelas del parto y que la relación se ve afectada en su espontaneidad, hace que pueda haber un espacio temporal donde tengamos menos relaciones sexuales con nuestra pareja. Esto no significa que no os deseéis, simplemente es algo que también debe ajustarse a la nueva situación. Quizá por un tiempo necesitéis un poco más de planificación. Como todo, y a medida que el bebé crezca podréis recuperar la normalidad en esta parcela.
Presta atención a la comunicación con tu pareja
Es probable que tengáis situaciones donde tengáis que dialogar sobre temas de la crianza del bebé en los que no estéis de acuerdo. Es una experiencia nueva para los dos y en esta parcela tendréis que ir aprendiendo qué tipo de padres sois. Quizá haya cosas en las que no estéis de acuerdo. Pararos siempre a dialogar sobre ello cuidando mucho el como os decís las cosas. Comunicarnos con nuestra pareja de forma amable y asertiva es muy importante.
Dicen que los días pueden hacerse largos pero que los años son cortos. Nuestro bebé crecerá, creará su propia familia y saldrá de casa. Ese momento llegará. De nosotros depende si la pareja con la que nos reencontremos a solas de nuevo sea la misma, o nos hayamos distanciado tanto que no la reconozcamos. De ti depende. ¡Cuídala!
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