En 1957, la vida no era nada fácil. Aunque hoy en día las personas con medios limitados lo tienen muy difícil para salir adelante y cumplir sus sueños, en aquella época era mucho peor: muchas familias vivían en el campo, los medios eran escasos y el acceso a determinados servicios era mucho más complicado. Además, estos servicios eran limitados, incluso, en las ciudades, sin demasiadas alternativas y casi siempre reservados a los más privilegiados. Rosinha e Igor (este último conocido como el Niño Ruso) sufrieron ese imprevisto en el día de se boda.
Su historia comenzó hace 60 años, pero el amor continúa y promete seguir avanzando. Pero cuando corría el año 1957, ambos pertenecían a familias humildes y tuvieron que apañarse como pudieron. Gracias al fuerte amor que compartían, las familias se pusieron manos a la obra para complacer a la pareja en su intención de casarse. Así pues, intentaron paliar la falta de recursos con imaginación y esfuerzo.
Uno de los abuelos se encargó de fabricar el altar, una de las abuelas hizo lo propio con la tarta nupcial y una de las tías, que sabía coser bien, se encargó de poner a punto el vestido de Rosinha. Sin embargo, la fotografía era otra historia, mucho más sofisticada que el resto de elementos. Ahora vemos a un fotógrafo como un personaje clave e imprescindible en una boda, pero hace tiempo no siempre era posible contar con un profesional de estas características. Rosinha e Igor no pudieron disponer de uno y las imágenes del gran evento quedaron grabadas únicamente en sus recuerdos, sin ninguna fotografía que meter en un álbum.
Por este motivo, la pareja, que sigue formando un maravilloso vínculo 60 años después, ha tenido una segunda oportunidad. La idea no fue suya, sino de un grupo de proveedores de São Paulo que descubrió la triste historia del matrimonio.
Así pues, la organización de una pequeña ceremonia, donde, además, se renovaron los votos, parecía obvia. ¡Y así fue! Con el elemento estrella del fotógrafo y unas instantáneas de boda, a cargo de São Paulo Fotografia, que ya han sido colgadas en las redes sociales. ¿Quién iba a decirle a la pareja que sus primeras fotos de boda aparecerían en las redes sociales?
Con nueve hijos, 16 nietos y cuatro bisnietos fruto de su amor, Rosinha e Igor ya tienen sus fotos de boda. ¡Mejor tarde que nunca!
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