¿Cuándo deberías quitarte el anillo de compromiso y las alianzas?
Seguro que tienes mucho cariño a esa increíble joya, ¡pero no te arriesgues a perderla o a estropearla! Estos son los casos en los que es mejor quitársela.
El anillo de compromiso y las alianzas de boda son tesoros. Y, aunque no lo sepas, estos corren peligro en determinados contextos de la vida. Así, si no quieres parecer Gollum buscando tu amado tesoro por el ancho mundo, o si prefieres no estropear tu genial joya matrimonial, considera quitarte estas piezas en los siguientes lugares o momentos.
En la playa
La razones para quitarte el anillo en la playa vienen determinadas por el extravío y el deterioro. La primera es más que obvia: la arena y el agua del mar (con sus corrientes y profundidades infinitas) son maravillosas para esconder tesoros y no poder encontrarlos jamás, y si no que se lo digan a los piratas, que de esto sabían un rato. Así, si juegas con la arena o decides enfrentarte a las olas o bucear, mejor que sea sin piedras preciosas , oro o diamantes colgando de tu dedo. A ello hay que sumar los cambios de temperatura, que dilatan y contraen los dedos y los metales, facilitando la pérdida.
Por otro lado, la arena puede añadir invitados no deseados a la composición del anillo, pues los granos pueden quedarse atascados bajo las piedras preciosas o diamantes. Y la crema solar, esparcida con los dedos, puede quitar esplendor a la piedra. Mejor déjalo en casa. ¿Qué te cuesta?
En la ducha o aplicando productos de belleza
En general, los productos de belleza no le hacen ningún favor a las joyas. De hecho, tal y como ocurría con la crema solar, estos -champú, gel, suavizantes, mascarillas y lociones- podrían generar pequeñas acumulaciones a modo de neblina sobre la superficie. Y, dependiendo del lugar al que afecten, podrían causar daños irreversibles al material. Además, seguro que resulta incómodo masajear el cuerpo con ese objeto entre los dedos.
Practicando deporte
No tienes por qué obviar el anillo en el gimnasio, pero sí deberías tener en cuenta su uso cuando desarrolles ciertas actividades. Si vas a pasarte la tarde en la bicicleta estática o en la elíptica no hay ningún problema, pero piénsatelo dos veces antes de meterte en la zona de ciclo y hacer pesas. ¿Sabes toda la presión que ejerces con las manos durante este entrenamiento? Hay anillos que pueden partirse, y aunque no sea tu caso por la dureza del material que lleves en el dedo, quizá este se acabe doblando. Además, las bandas de pavé del anillo puede desprender algunas de sus piedras. ¿Estás dispuesta a correr el riesgo?
También es conveniente (por no decir obligatorio) quitarse el anillo cuando practiques deportes de contacto. De esta forma, podrás evitar lesiones de las personas con las que practiques y accidentes propios por culpa de desgarros, rozaduras y tirones.
Piscinas y jacuzzis
El extravío es posible en estos lugares, pero el drama es distinto al que reinaría en el mar, especialista en ocultar objetos eternamente. En este caso, podemos revisar las profundidades y los filtros. Sin embargo, el cloro y otros productos químicos que contienen este tipo de agua acaban deteriorando con el tiempo la superficie del anillo, privándoles de su lustre original y decolorándolos. Este regalo tan bello y caro no merece un final tan prosaico, ¿no?
Haciendo limpieza
Si te ha tocado limpiar la casa ese fin de semana, o debes poner a punto el coche, ni se te ocurra usar el anillo de boda o el de compromiso sin guantes. En este último caso, evita aún más la confrontación entre la pieza y los productos de limpieza si tienes una piedra que no sea un diamante. La superficie puede pulirse, decolorarse y quedar hecha un verdadero desastre respecto a la original. Los productos químicos son muy fuertes y tienen pocos rivales, por eso son tan efectivos acabando con la suciedad (piensa en eso y te lo quitarás en seguida).
Ciertos trabajos
Hay trabajos que no permiten el uso de joyas o al menos no es muy recomendable porque requieren de un uso constante de las manos y en las que se suelen poner guantes y es fácil que al quitar y poner un guante varias veces al día se pueda perder la joya fácilmente. Pueden ser desde personal sanitario hasta cocineros y por supuesto, en los trabajos en los que se maneja maquinaria con las manos es mejor no usarlos porque podría engancharse y además provocar alguna lesión en los dedos. ¡La seguridad ante todo!
Es encantador llevar el anillo en el dedo en todos los momentos posibles, pero hay que tirar de sensatez y racionalidad para aprender a dejarlo en casa antes de que sufra algún daño. Se trata de un elemento único en tu vida, con un valor sentimental mucho mayor que el ya costoso precio real. ¡No te arriesgues!
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