En una relación, hay momentos para todo. Aunque la felicidad es la nota dominante, la realidad incluye malas épocas y duras decisiones, a veces determinantes en la viabilidad de esa unión. Imagina que, de buenas a primeras, tu pareja encuentra trabajo en el extranjero. ¿Qué harías? Para dar con la respuesta a este galimatías, la Dra. Esther Arias, psicóloga, sexóloga y experta en terapia de pareja, nos explica qué ocurre y qué se debería hacer en este tipo de situaciones.
Cómo afrontar la situación
Antes de echarse las manos a la cabeza, lo importante es analizar la situación: “El tiempo determinado o indefinido del trabajo de nuestra pareja, hijos, recursos económicos para visitar a nuestra pareja y distancia del destino son factores clave a tener en cuenta”, aclara la Dra. Esther Arias. Es cierto que la distancia y el tiempo son aspectos de vital importancia, pues no es lo mismo estar en la otra punta del globo que en un país que no requiera mucha inversión de tiempo y dinero.
Si la estadía es permanente, hay factores que entran en juego, como los valores y la madurez. Según cuenta Esther Arias, una decisión de estas características nos obliga a comportarnos como adultos, es decir, aprender a ceder o renunciar para facilitar la situación, pues “pensar lo contrario sería hacer una regresión a un estado infantil donde quiero todo para mí y no tengo que renunciar a nada”. Además, antes de llegar a un acuerdo en estos términos, la psicóloga tiene en cuenta varias cosas: “estar seguros de que la estancia será permanente, visión de futuro a largo plazo con nuestra pareja, que la cultura y sociedad de ese país es compatible con el estilo de vida que cada uno quiera llevar, si hay deseos de tener hijos, si puede ser un lugar aceptable como entorno donde pueden criarse; hablamos de valores y formas de vida de cada cual“.
Pormenores si te quedas
Según Esther Arias, hay aspectos que pueden salir a relucir en situaciones de este tipo, como “la aparición de inseguridad y celos; la necesidad de aprender a utilizar la tecnología, como las redes sociales, el Skype y otras formas de comunicación; la ansiedad por la incertidumbre de no saber la naturaleza de la estancia y no saber cómo organizarse en base a ello; la dificultad de adaptarse a la nueva situación; la falta de apoyos (familia, amigos…) o los sentimientos de impotencia e irritabilidad en caso de no poder ver a la pareja”.
Consejos si te quedas
Si decides que no puedes seguir a tu pareja por la relativa brevedad de la estancia o porque tu trabajo no te lo permite, hay varias formas de actuar para que todo marche bien. Según Esther Arias, esta situación “hay que tomarla como una oportunidad para ser consciente del tipo de relación que uno tiene. También “asumir que, con cualquier cambio, sobre todo al principio, puede ocasionar estados de tristeza y añoranza, por lo que es importante aceptar esta situación como algo natural al inicio de la misma, pero al mismo tiempo seguir realizando las actividades de la vida diaria y rodearte de personas que transmitan energía positiva”. Junto a este consejo, la psicóloga, experta en Mindfulness, aconseja “meditar al menos 10 minutos cada día para aceptar y afrontar la situación que se está viviendo con serenidad, además de conocerse mejor a uno mismo y tomar las mejores decisiones”.
Por otro lado, una separación de estas características suele darse por un motivo positivo en la mayoría de los casos. Si el traslado ha sido por causas laborales, hay multitud de factores que, de acuerdo con la doctora, beneficiaría a la pareja gracias al nuevo proyecto o trabajo, como la mejora de la economía, la oportunidad de conocer otro país, descubrir una nueva cultura, etc. Además, este tipo de cambios sirven para “interpretar la situación como una oportunidad para discernir entre ‘echar de menos a mi pareja’ y ‘depender emocionalmente de mi pareja’“, cuenta la psicóloga basándose en esa diferencia que determina muchas relaciones.
Por otro lado, la Dra. Esther Arias considera que esta prueba es importante para aprender en todos los órdenes de la vida, desde lo más práctico (tecnologías de comunicación, redes sociales) hasta asuntos importantes de la propia relación, como los objetivos comunes y no comunes.
Finalmente, Esther Arias aconseja sacar lo positivo de la separación y desarrollar cierta ilusión: “Planear con tu pareja la fecha de la próxima visita y hablar de los planes a realizar, motivarte y superar las inseguridades que la distancia puede hacer aparecer quitan dramatismo al asunto”.
Una prueba para la relación
Aunque todo vaya bien, algunas parejas sacan su verdadera cara cuando deben distanciarse un tiempo. “Este tipo de situaciones pueden poner a prueba una relación de pareja, ya que lo ideal es tener una cercanía física y continuidad relativamente estrecha en tiempo y espacio. Puede poner al descubierto “grietas” de la relación que estaban ocultas y revelar muchos aspectos individuales, en muchos casos, desconocidos para el otro miembro y de la consistencia de la relación”, advierte Arias.
Asimismo, la doctora se apoya en la Teoría triangular de Sternberg sobre el amor consumado (el amor más perfecto) para explicar su idea sobre este distanciamiento. En caso de darse un equilibrio entre compromiso, intimidad y pasión (amor consumado), conceptos que levantan los tres pilares de las relaciones, se da un fortalecimiento que asegura una mayor viabilidad durante ese período de separación y una mejora de cara al futuro. En el caso de otros tipo de amor, como el romántico y el fatuo, la teoría afirma que la supervivencia es más complicada, aunque no imposible.
¿Emociones o racionalidad?
“No se trata de dar mayor o menos importancia a la emoción sobre la razón o viceversa, sino conjugar ambas para tomar decisiones y adaptarse lo mejor posible a la situación con el menor coste y desgaste emocional posible”, comenta Esther Arias. De hecho, establece similitudes con otro tipo de decisiones de pareja, como la elección de la persona o el paso de vivir juntos. Si se atiende solo a la razón, falta una parte emocional que, de una forma indescriptible, resulta relevante. Por otro lado, dejarse llevar solo por impulsos no es positivo, pues esos “pueden llevarte a tomar una decisión basada en tu idealización del romanticismo, de tu pareja, de tu dependencia emocional y/o de tus miedos internos; esto, en muchos casos, no tiene un buen pronóstico”.
Una vez más, la doctora nos recomienda practicar meditación, pues permite “vivir el momento presente tal cual se presenta, es decir, aceptar la realidad, ser consciente de cómo los pensamientos negativos perturban tus emociones, cuerpo y vida diaria y, en definitiva, asumir los cambios tanto a nivel individual como en pareja con serenidad”. Para reforzar el valor de estas prácticas, cuenta que es positivo analizar la situación desde otra perspectiva para observar nuestros sentimientos de una forma más objetiva. “La sabiduría del ser humano consiste precisamente en esto: llegar a este equilibrio que nos aporta libertad“, finaliza.
Si se te presenta una decisión de estas características, ten en cuenta estas consideraciones y consejos para asegurar la viabilidad de tu relación. Es duro, ¡pero tú puedes! Si eres la persona que se va, actúa consecuentemente y sé consciente de lo que puede pasar desde el otro lado. Además, descubre lo que NO debes hacer en las redes sociales cuando tienes pareja y 20 experiencias que vivir en pareja mientras sólo sois dos.
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