La boda de Aina y Medir es una de esas que cuando ves sus fotos sabes que el romanticismo está muy presente en la pareja y todo ello se reflejó perfectamente en las imágenes que Pep Salvat tomó de cada instante de su enlace, desde los preparativos de la novia, hasta la fiesta con sus amigos y familiares.
Para la organización de su enlace, Aina confió en el equipo de Wednesday wedding planners. Con su ayuda, todos y cada uno de los detalles que ella imaginaba se fueron haciendo realidad dando como resultado la boda perfecta.
Una de las decisiones más importantes para Aina, como para casi cualquier novia, fue la de su vestido. Se decantó por un modelo de Teresa Helbig realizado en georgette de seda y repleto de valenciennes. Resaltando el toque diferente que Aina quería para su gran día, el vestido tenía un toque art decó con talle ligeramente ablusado y escote en la espalda. “Era un diseño femenino, delicado, chic, juvenil y con un punto distinto y, al ponérmelo, me sentí la novia más guapa y feliz del mundo”, recuerda la novia.
Como complementos, unos zapatos estilo peeptoe en charol rosa palo con plataforma hechos a medida por Serena Whitehaven y un precioso ramo en tonos empolvados de Bornay. Y como no, las joyas,fundamentales en el look de esta novia que optó por un tocado a modo de diadema joya formado por flores y hojas doradas de Teresa Helbig, su anillo de prometida, unos pendientes de su abuela y una pulsera tobillera regalo de la diseñadora de su vestido. “Mi anillo de compromiso, además del claro valor sentimental , es una joya muy especial para mí ya que es un diseño de Medir, que lo creó junto a la joyera Astrid Ferré: un bonito y original solitario montado en oro blanco”.
Para la peluquería y el maquillaje, Aina confío en Estrella Elorduy, su peluquera de siempre que acertó con un precioso recogido trenzado, muy romántico, y un maquillaje muy natural.
El novio, por su parte, no defraudó. Iba elegantísimo con un chaqué clásico de Canali, con pantalón gris y chaqué negro, el reloj que Aina le regaló a modo de pedida y unos originales gemelos en forma de teclado de piano.
La celebración religiosa tuvo lugar en la iglesia de Sant Joan Baptista de Valls, un precioso templo del siglo XVI que tenía un significado especial para los novios. En ella, no faltaron las miradas cómplices ni los momentos de emoción de los novios, perfectamente retratados por Pep Salvat.
Y, por supuesto, tras la lluvia de arroz y de pétalos, las primeras fotos como casados, escenas llenas de romanticismo que Pep Salvat fotografía inmortalizó para siempre.
El convite tuvo lugar en la finca Mas La Boella, en cuyos jardines las chicas de Wednesday wedding planner lo tenían todo a punto para el cóctel. No faltaron la música en directo ni las sorpresas, como un bodegón lleno de detalles para los invitados.
Tras la cena, en la que las mesas estaban marcadas con meseros que representaban diferentes compositores de música, tanto los novios como sus invitados pudieron disfrutar de la original mesa de firmas creada por las chicas de Wednesday wedding planners a modo de postales suspendidas en un biombo, del photocall, la candy y la fruit bar y de otras muchas sorpresas. Todo ello, por supuesto, sin olvidarse eso sí del baile de los novios, un instante lleno de romanticismo del que Aina y Medir disfrutaron al máximo.
Y es que cuando una boda se prepara con tanta ilusión y con la ayuda de profesionales como las de Wednesday Wedding Planners, nada puede fallar en el día más especial de tu vida. ¡Enhorabuena chicos y gracias por compartir con nosotros vuestro gran día!
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