Una historia de amor marcada por el número 13: la boda de fin de semana de Jorge y Anaïs
No te pierdas la boda de tres días de Anaïs y Jorge junto a sus familiares y amigos de 13 nacionalidades diferentes. ¡Divertidísima!
Jorge y Anaïs son una pareja de lo más especial, él mexicano y ella aragonesa. Jorge llegó a España un 13 de noviembre de 2001 y, casualmente el mismo día tres años después coincidió con Anaïs en la divertida noche madrileña. ¡Desde entonces no se han separado ni un solo segundo!
Llegado el noveno aniversario, el 13 de noviembre de 2013 y para celebrarlo, Jorge preparó un viaje sorpresa de fin de semana en el que llevó a Anaïs a París, la ciudad del amor. Tras un paseo por Montmartre, un café acompañado de acordeones, un picnic en el Pont des Arts con queso y champagne y tras colocar un candado con sus nombres y tirar las llaves al río, Jorge sacó el precioso anillo y le pidió matrimonio.
La boda tuvo lugar, como no podía ser de otra forma, el 13 de junio de 2014 en Morillo de Tou, un pequeño pueblo del Pirineo Aragonés, un día para el que ella decidió apostar por un vestido de novia nada convencional, sabía que su boda no sería como las demás y quería que todo estuviera marcado por una gran personalidad.
Lució un modelo de la firma BDBA, un Outlet en Las Rozas Village, acompañado por unas botas camperas de la firma Hector Riccione y un chaleco en tonos ocre y dorado que le daba un toque muy personal.
Como joyas llevó el anillo de compromiso y las alianzas, que fueron diseñadas por Isidoro Hernández, un joven artesano joyero que hace piezas a medida, ¡verdaderamente preciosas! Además lució un colgante de su madre y varias pulseras como recuerdo de sus viajes a la India o Tailandia.
Jorge, sin embargo, escogió un traje a medida, quería ir cómodo y fiel a su estilo, por ello se decidió por un diseño vintage que le confeccionaron en Tom Black que lució acompañado por unos zapatos muy elegantes de piel.
El ramo fue creado con mucho cariño e ilusión por Anaïs y su madre, ¡la misma mañana de la boda! Lavanda, trigo, un broche familiar, un bonito encaje y ¡listo! Del peinado de la novia se encargó Luis Hervías Estilistas, que optó por crear un look despeinado con el que la novia estaba radiante.
La ceremonia civil se celebró en un precioso mirador, encima de un embalse entre las montañas de Morillo de Tou, ¡un lugar de ensueño! Fue una boda diferente y muy especial, de estilo campero, al aire libre y con preciosos recuerdos como estas bonitas fotografías de Flare Project, el fotógrafo que los novios escogieron para el gran día. Excelentes profesionales que robaron momentos increíbles de la pareja y consiguieron un reportaje fotográfico excepcional que narra a la perfección el gran día que vivieron todos juntos.
Tras la ceremonia, los novios hicieron un baile al ritmo de Happy, de Pharrell Williams, que daba comienzo a una barbacoa exquisita de la que todos disfrutaron muchísimo, seguido de muchos juegos y más baile.
La boda duró tres días: el viernes hicieron una cena mexicana que preparó la familia de Jorge con deliciosos productos de Tequila La Chula y Mezcal Bruxo.
Al día siguiente fue la celebración oficial de la boda. Para ello, prepararon una barbacoa gigante con productos de la tierra de Aragón y una tarta muy singular: ¡de quesos! Una riquísima opción de Quesos Gamazo Garbajosa que encantó a todos los invitados. Como regalo para ellos prepararon unos vasos tequileros de México personalizados y una piñata enorme de Las Piñatas de Martha que encantó.
La decoración DIY de los espacios fue idea de Anaïs y Jorge con la ayuda de familia, amigos y de los profesionales del lugar. Retales, encajes, manteles vintage comprados en Francia y un sinfín de ideas con las que consiguieron crear un lugar decorado a la perfección, una celebración inimitable y un día para recordar.
Para finalizar el fin de semana, el domingo hicieron ricas paellas de mariscos que todos los amigos de 13 nacionalidades distintas disfrutaron muchísimo. ¡Sin duda una boda non-stop de viernes a domingo!
Anaïs y Jorge son una pareja divertida y muy alegre, y así fue como transcurrió su boda, una celebración dotada de toda la personalidad posible y llena de rincones muy especiales que hizo que los invitados lo pasaran en grande. ¡Sin duda, un fin de semana que nadie olvidará!
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