La novia de la corona de flores: la boda de Ariadna y David
Ariadna y David se saltaron todas las tradiciones a la hora de preparar su enlace, empezando por la pedida de mano. El resultado fue una boa totalmente personalizada, diferente y con muchas sorpresas que dejo un buen sabor de boca en los novios y sus invitados. ¡Te contamos todos los detalles!
La historia de David y Ariadna fue, desde el principio, una de esas que merecen ser contadas. Aunque David siempre tuvo claro que ella sería su chica, se conocieron en el colegio y él ya se fijó en ella a los 10 años, no fue hasta los 20 años cuando comenzaron a salir. Y, rompiendo las tradiciones, fue Ariadna la que propuso matrimonio a David, “mientras hablábamos del tema en nuestra casa” poniendo el broche de oro a una bonita historia de amor que fue retratada a la perfección por Raquel Puras, de 3 deseos y medio.
“Desde el principio, teníamos claro que queríamos una boda distinta, que se adaptara a nuestras personalidades, y poco a poco, fue cogiendo forma”, explica Ariadna. L’Avellana – Mas d’En Cabré (Riudecols), una masía en el campo rodeada de avellanos cerca de Tarragona fue el escenario de su enlace que se celebró el 21 de junio, algo que sirvió de inspiración a los novios para el vídeo que elaboraron como original invitación para su boda.
Para el día más importante de su vida, Ariadna escogió su look con cuidado. “ Tenía claro que quería un vestido cómodo, que no fuera palabra de honor, con una espalda bonita y con la falda poco voluminosa”, explica. El elegido fue un diseño con un cierto toque vintage de la firma belga Rembo Styling que encontró en una pequeña tienda de Barcelona: La Núvia Pim Pam. “Era de jersey, un tejido muy cómodo que se adapta muy bien a la figura. Lo recubría un cuerpo holgado de blonda y la falda de georgette. Se trataba de un diseño con tirantes y corte a la cadera, con un cinturón holgado del mismo georgette que la falda que se ataba en la espalda con un nudo”, nos cuenta Ariadna. Los zapatos, de color salmón y tacón ancho atados al tobillo, eran de Chie Mihara.
Como joyas, Ariadna lució unos pendientes y una alianza de brillantes muy especiales, ya que habían pertenecido a su abuela. Las alianzas, de oro amarillo con un pequeño brillante, eran de Iñaki Salom.
Como no podía ser de otro modo, Ariadna no descuidó ni el maquillaje ni la peluquería de su gran día. De ambos se encargó Alizia Moreno que, con un recogido con un toque casual y un maquillaje muy natural en tonos neutros, captó desde el principio la idea que la novia tenía para el look de su boda. El conjunto se remataba con una corona de flores de Bornay, donde también compró su ramo. Ambas llevaban hortensia preservada, brunia y scabiosa, entre otras flores.
David, por su parte, se alejó del clásico chaqué y apostó por un look más informal pero igualmente elegante, con un traje de chaqueta en color azul que combinó con una camisa blanca y una corbata negra.
Durante la ceremonia, celebrada en L’ Avelllana, tuvo lugar uno de los momentos más simpáticos y emotivos del día cuando, al leer sus votos, los novios se dieron cuenta de que ambos los habían comenzado con la misma anécdota. ¡Sin duda, una forma más de demostrar hasta qué punto están unidos!
Tras el enlace, los novios, acompañados por Raquel, de 3 deseos y medio, se hicieron sus primeras fotos como casados. Ariadna recuerda así esos momentos y porqué escogieron a esta fotógrafa. “Cuando vimos sus fotos pensamos que era lo que queríamos. Son fotos muy naturales, que captan las expresiones de los invitados y la alegría que se desprende. Queríamos que mostraran lo que vivimos aquél día, y así fue. Las fotos de pareja fueron muy rápidas y en un entorno natural, en medio del bosque, que nos encantó”.
Y tras las fotos, los novios y sus invitados disfrutaron del cóctel y la cena, servidas por el cátering El Ginjoler. La barra de bebidas del aperitivo, con vermut de distintos tipos, cervezas artesanas y la selección de vinos fueron dos aspectos que después fueron recordados a los novios por los invitados como un acierto.
Pero si los salones de la finca L’ avellana y sus propios espacios ya son bellos por sí mismos, ese día brillaron mucho más con la ayuda de las wedding planner de Fueron felices, que se encargaron de que no faltase ningún detalle. Buscando una decoración diferente pero armonizada, las chicas de Fueron felices emplearon mesas redondas y cuadradas, con manteles color piedra, y sillas blancas que armonizaban la sala. En los centros había plantas crasas en distintas macetas, y de las vigas del techo colgaban tiras con pequeñas bombetas que daban una atmósfera cálida y acogedora.
Y tras la cena, llegó otro de los momentos más especiales, el del baile de los novios, en el que David y Ariadna se olvidaron de la timidez y la vergüenza y bailaron Lindy Hop, un tipo de baile de swing, y prepararon una coreografía con la canción Shiny Stockings, de Ella Fitzgerald. ¡Un exitazo que dejo boquiabiertos a todos!
Y es que cuando unos novios se involucran en la preparación de su enlace, los resultados se ven por sí solos, tal y como se aprecia en la boda de esta espectacular pareja. ¡Gracias a David y Ariadna por compartir vuestra historia con nosotros! ¡Qué seáis muy felices!
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