La boda es uno de los días más especiales de una vida. Compartir momentos con todos tus seres queridos por un motivo de felicidad, comenzar una nueva etapa y hacerla totalmente a tu gusto hacen de este día uno de los más inolvidables y felices. Y como siempre queremos mostraros bodas reales, de parejas como vosotros que han dado el “sí quiero” y han conseguido tener la boda de sus sueños. Este es el caso de María y Salva, una encantadora pareja que vinieron desde Edimburgo hasta San Vicente del Raspeig (Alicante) pasando por Andalucía para disfrutar de una boda única en un lugar muy especial
La novia
Todas las novias están preciosas el día de su boda porque se han vestido como ellas querían, con aquello con lo que se sientan cómodas y guapas. Pero hay novias que llaman especialmente la atención por su estilo, sus detalles y por ese toque diferente y María es una de ellas. Elegante, discreta, sofisticada pero con un toque personal. Un look de 10 cuyo protagonista era un precioso vestido de novia de Manuel Espuch con falda plisada, manga larga y una preciosa espalda descubierta. Para completar el look lució una original corona de hojas doradas, unos pendientes en el mismo tono y un velo beige en la parte de atrás, muy sencillo y que tapaba la espalda en la ceremonia por la iglesia. ¡Un acierto total!
La celebración
Salva y María se dieron el “sí quiero” en una ceremonia por la iglesia y fueron la sensación cuando la novia recorrió una calle del pueblo hasta llegar allí. ¡Ningún vecino quedó indiferente ante la belleza de esta novia!
Después de la ceremonia religiosa fueron a la preciosa finca Torre Bosh que resultó ser el escenario perfecto para esta boda tan especial. La finca acogió en su carpa el banquete con mesas alargadas y redondas decoradas con manteles blancos que contrastaban con el verde de las servilletas y las plantas que decoraban los centros de mesa y en la parte alta también. La decoración floral corrió a cargo de la floristería Chorlit que le dio el toque perfecto manteniendo la elegancia del conjunto.
Durante el cóctel sonó la música de un grupo andaluz que amenizó ese rato a los allí presentes. El delicioso menú de boda corrió a cargo del catering Dalua y después durante la barra libre bailaron las versiones de rock más cañeras gracias a Rock y 4.
Y esta boda no hubiera sido posible sin la coordinación de su wedding planner Cumpli2 que lograron crear una boda sencilla pero llena de detalles que la hicieron más especial todavía. Y por supuesto, no nos podemos olvidar nunca de la fotografía que es esencial para tener un recuerdo para siempre y en este caso, corrió a cargo de Una Creativos que como siempre, sacaron lo mejor de cada momento.
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