En un mundo superficial como en el que vivimos, todavía hay personas que basan su atracción en ciertas cualidades no físicas muy poderosas, tanto que ensombrecen una buena o mala imagen. Después de las primeras tomas de contacto, casi todos nos quedamos con las personas en sí, con su esencia y las virtudes que las hacen únicas y especiales. Hombres y mujeres suelen compartir ese grado de atractivo intangible que, desde Zankyou, tenemos el placer de darte a conocer, por si acaso no sabías por qué se genera ese hormigueo en tu cuerpo cuando ves a tu media naranja.
1. Seguridad en sí mismo/a
Saber cómo eres y lo que puedes llegar a hacer, sin que nadie te dañe con sus comentarios ni actitudes. ¡Atención! No hablamos de ser vanidoso ni de alardear de nada. A las personas seguras de sí mismas no les hace falta creerse los reyes o reinas del mambo para destellar confianza. Simplemente, saben lo que se hacen; son conscientes de sus defectos y aprenden de ellos, sin agobiarse; se adaptan a cualquier ámbito y en todos ellos destaca por su personalidad sin proponérselo. No tiene miedo. No buscan ser el centro de atención, sino que les sale solo mostrarse así. Saben cuál es su papel en el mundo.
2. Humor
¿Qué es la vida sin humor? Un drama. No decimos que las 24 horas del día sean como El Club de la Comedia, ni mucho menos, pero siempre es positivo añadir pimienta, chistes o situaciones graciosas a la vida. En pareja, esto demuestra complicidad. Cuando os reís juntos a carcajada limpia, os sentís felices, y es que la comedia tiene el poder de desatar esa clase de sentimientos. Por ello, las personas que practican un humor inteligente, mezclado con alguna payasada, nos entran mejor por el ojo que una seria y aburrida, sin noticias de su vis cómica. Si te hace reír, te conquistará mucho antes, mucho más si es irónico/a, sabe reírse de sí mismo/a y no le sienta todo mal, sino que se toma las cosas con humor. Y la sonrisa, que siempre ayuda a atrapar.
3. Autenticidad
Hay millones de personas en el mundo, pero no todas ellas podrían llamarse auténticas. Algunas de estas últimas saltan a la vista a kilómetros, ya sea por su imagen o histriónica personalidad. Otras, poco a poco, acaban desvelando un “yo” mucho más especial. A esas personas se las suele mirar con orgullo y curiosidad, mientras baila una frase en nuestros labios: “Eres único/a”. ¿Por qué? Sus bromas son diferentes, sus pensamientos se salen de la norma, sus expresiones y gestos son deliciosas, sus gustos por los detalles son exquisitos, se fijan en lo que no se fijan los demás. Si el chico o chica que quieres es único/a, tu vida será mucho más interesante.
4. Independencia
The Kooks cantaba: “I love her because she moves in her own way”. Es decir, que va a lo suyo, que está aquí, pero también allí, porque no se ata si el asunto es verdaderamente único como para dejarlo todo. Aunque algunos de esos pensamientos pueden asustar, es cierto que generan una atracción especial. Tiene sus propios amigos, a veces en innumerables grupos; habla con todos porque es extrovertido/a; se entrega en sus relaciones sociales porque es una persona sentida; vive mil aventuras, porque sus experiencias vitales han moldeado su personlidad; no le importa estar solo/a a veces. Estas personas son atractivas porque nos gusta que nos lo pongan difícil, nunca los perritos falderos. Cuando cuentas con una persona así como compañero/a, creerás haber conquistado el Everest. Él/Ella te ha elegido porque eres especial, igual que él/ella: ambos salís ganando.
5. Principios, pasiones, ideología…
Las cosas claras. Su cabeza, aunque a veces sea un caos irrefrenable, está más ordenada de lo que parece. De hecho, es como un armario, donde cada balda, cajón o percha sustenta cada una de sus filosofías, ya sea el amor por el cine ruso, la abnegación, la música indie, el gusto por los gatos, su compromiso con el medio ambiente, su previsión de futuro, su forma de pensar ante las injusticias, su ideal de un mundo perfecto… Lo tiene todo claro y es fiel a esos valores, aunque a veces le guste experimentar.
6. Sin miedo al ridículo
Todo el mundo tiene pudor a hacer ciertas cosas y es perfectamente legítimo. El problema es cuando nos aterra hacer cualquier cosa por miedo al fatídico “qué dirán”. Las personas que no se obsesionan por esas dos palabras malditas gustan más a la gente. Peor, ojo: el ridículo adorable está bien, porque demuestra ligereza, buen humor y “buen rollo”, pero tampoco hay que “tirar demasiado de la manta”. Lo importante es no atarse a los convencionalismos y, de vez en cuando, desatar al payaso que llevamos dentro.
7. Que tenga conversación
No tiene por qué dar discursos en la ONU, pero sí debe llenarnos intelectualmente con sus palabras, pensamientos y chistes. Esa persona especial tiene que saber de todo un poco, aunque no esté doctorada en cada uno de los temas que salen a la palestra. Después de juguetear en la cama o durante todos los paseos que deis juntos, resulta divertido tirarse horas hablando, a veces, hasta horas intempestivas. Es genial para conectar y tratar de arreglar el mundo.
8. Muestra sus sentimientos
Los empalagosos y empalagosas no entran aquí, pues hablamos de abrirse de vez en cuando sin pensar demasiado. Las personas que permanecen los 365 días herméticas, sin que en su interior entre el más mínimo soplo de aire, resultan, incluso, aburridas, o demasiado serias para mantener una relación. Lo importante es mantener la filosofía “una de cal y otra de arena”, es decir, mostrarse tierno y afectivo, pero no ser un pusilánime. Las personas que se expresan de vez en cuando son más atractivas para ellos y para ellas, siempre y cuando sepan mantener la estabilidad en ese ámbito. No hay que tener miedo a dar voz a nuestros sentimientos.
9. Se aleja del estereotipo de su género
Los hombres y las mujeres han adquirido un papel con el que la sociedad les ha vestido desde el momento de su nacimiento. Sin embargo, dar la razón al mundo no es positivo a la hora de gustar. Si una chica es demasiado chica, es decir, si se comporta como los tópicos dicen, seguro que gusta mucho menos que una más natural, que se muestre como es aunque le gusten cosas poco habituales en la mujer prototípica y machista (chismorreos, ropa, cocina…). Las mujeres de verdad no son así. Con los hombres sucede lo mismo, pues no están diseñados para cortar leña, hablar de fútbol, cambiar grifos y llevar las cuentas de la casa. Un hombre debe ser como le salga de dentro, sea como sea. Si piensa de más las cosas, a lo mejor es más inteligente y no una “nenaza”. Lo importante es mantener el equilibrio. Las personas que hacen uso de ese concepto gustan más porque son originales; no pierden su feminidad o masculinidad, pero no se convierten en parodias de sí mismas. ¿Cómo es tu pareja? Te damos 10 señales para descubrir si estás enamorada de la persona adecuada.
El físico tiene su importancia, pero pasa a un segundo plano cuando empieza lo bueno de una relación. Además, algunas personas, desde el primer momento, encandilan por su personalidad. ¿De verdad crees que la belleza solo está en el exterior? Ten claro que no, si tienes al menos una de estas 10 cualidades eres la mujer perfecta.
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