Las películas de Hollywood, sobre todo las comedias románticas baratas y las revistas brillantes, a menudo son culpadas por confundir nuestras percepciones sobre el sexo, el amor y las relaciones. En estas, el secreto de una vida sexual feliz en las relaciones a largo plazo contiene la creencia de que se necesita mucho trabajo y esfuerzo, o que suceda mágicamente porque es tu alma gemela. Esa necesidad de trabajar en el crecimiento sexual o depender del destino sexual, es tan poderosa que puede sostener relaciones sanas o socavarlas.
Afortunadamente, ha habido algún estudio empírico sobre el tema para separar los chismes de la realidad. ¿Quieres saber qué tiene la ciencia que decir al respecto? Psicólogos sociales de la Universidad de Toronto investigaron las vidas sexuales de 1.900 participantes, incluyendo las relaciones heterosexuales y homosexuales, con la esperanza de responder a la vieja pregunta de: ¿Cómo tener una vida sexual feliz?
En esencia, el estudio encontró que en la satisfacción sexual en las relaciones a largo plazo, los centros alrededor de nuestro deseo sexual, trabajaban sobre nuestros problemas y expectativas sexuales (o “sexpectativas” como las llaman los investigadores). Aquellos que mantenían visiones menos rígidas e ideales sobre “la media naranja” y otras teorías implícitas de la sexualidad, tendían a ser más felices con su pareja en el dormitorio.
De hecho esta investigación proporcionó al menos un ejemplo del impacto de los medios en el dominio sexual. Los investigadores fueron capaces de influir en las creencias de las personas con artículos falsos de revista que enfatizaban las filosofías del destino sexual. Sin embargo, como todo lo concerniente a las relaciones humanas, el estudio sugiere que las distinciones entre las dos escuelas de creencia tienen más sombras que blancos y negros.
Por ejemplo, la investigación demostró que a menudo hay aspectos del crecimiento sexual y las creencias del destino sexual en el mismo individuo. Y mientras que muchas mujeres son consumidoras ávidas de las historias sobre el alma gemela y el destino romántico, el estudio demostró que los hombres son más propensos a creer que el sexo toma el trabajo en una relación a largo plazo.
También hay alguna evidencia de que los creyentes del destino sexual puedan estar abiertos a hacer cambios en su vida sexual por el bien de sus parejas, pero sólo si están convencidos de que son su verdadera alma gemela.
Mientras que el efecto de las llamadas “creencias implícitas” de las personas ha sido estudiado en otros aspectos de las relaciones humanas, esta es la primera vez que se han aplicado al dominio sexual. Aunque su investigación no se centró en la influencia de los medios sobre las creencias sexuales, está claro que la cultura pop nos ha condicionado a aceptar y comprender que otros aspectos de las relaciones, como la división de las tareas domésticas, requieren trabajo y esfuerzo. Sin embargo, el glamuroso retrato de sexo y romance de Hollywood se basa menos en la realidad, lo que puede alimentar una filosofía de “alma gemela” que no es tan adaptable a conflictos y problemas que surgen con el tiempo.
Las personas que creen en el destino, a veces usan su vida sexual como un barómetro para medir lo bien o mal que va su relación, y creen que los problemas en el dormitorio son equivalentes a los de la relación de manera global. Mientras que las personas que creen en el crecimiento sexual, no sólo creen que pueden trabajar en sus problemas sexuales, sino que además no dejan que esta parte afecte a su satisfacción general en la relación.
Como los investigadores explican, las ideas romantizadas de almas gemelas y las “historias románticas sobre el destino” que promueven las relaciones como algo estático y predeterminado, no son reales. Y no es que sea necesariamente negativo tener este tipo de expectativas, pero en ocasiones puede conducir a que las personas sientan que una relación deba terminar simplemente si esta no va bien en el dormitorio.
Los hallazgos subrayan la importancia de que los consejeros y clínicos traten de ayudar a las parejas que luchan con la insatisfacción sexual, para que promuevan la idea de que los problemas en el dormitorio son normales y no significa que la relación esté automáticamente acabada.
La investigación encontró que la vida sexual de una pareja a menudo tiene un período de luna de miel de alrededor de dos a tres años. Después de eso, hay una tendencia a que la satisfacción sexual disminuya. A partir de aquí, los investigadores dicen que es importante ver la relación sexual como algo abierto a la discusión y a cambio. Los desacuerdos en el ámbito sexual son algo inevitable con el tiempo, pero por tópico que pueda sonar, la vida sexual es como un jardín, y necesita ser regada y alimentada para que siga creciendo. Así, el beneficio de creer en el crecimiento sexual se hace evidente con el tiempo, ya que el deseo sexual comienza a fluir y fluir.
Según la ciencia un matrimonio feliz puede salvarte la vida, ¿sois felices? ¡La ciencia tiene la respuesta!
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