Flores preservadas: por qué son la mejor opción para tu boda
¿No te gustaría disponer, pasada la celebración, de las flores que habitaron el espacio de tu boda, y llenar tu casa de ese olor y color mágicos? Tenemos la solución: flores preservadas. Descubre de qué se trata.
“Una flor es breve, pero la alegría que regala en un minuto es una de esas cosas que no tienen un comienzo o un final”, Paul Claudel.
¿Qué te parecería que diésemos la vuelta a esta frase? Que las flores aportan alegría sin fin es cierto, por ello, siempre se utilizan en las bodas, el evento que mayor alegría y romanticismo derrocha. Pero no tienen por qué ser breves. ¿No te gustaría disponer, pasada la celebración, de las flores que habitaron el espacio de tu boda y llenar tu casa de ese olor y color mágicos? Tenemos la solución: flores preservadas.
¿Qué son?
Las flores preservadas son flores naturales que, gracias a una técnica de conservación mantienen su belleza y su frescura sin necesidad de ponerlas en agua o en lugares en los que reciban luz.
Se pueden crear multitud de complementos, accesorios y decoraciones con estas flores, siempre confeccionándose con mimo para que los novios puedan disfrutar de ellas durante y después de la boda. Se convierten en plantas y flores muy fuertes y duraderas. Las flores preservadas son ideales para incluirlas en la composición del ramo de novia, para crear tocados muy especiales y diferentes para novia e invitadas, para los prendidos, los porta alianzas… ¡y cualquier detalle floral que puedas imaginar!
¿Cómo se conservan?
Para su conservación solo tienen que recibir un cuidado adecuado, lo que te permitirá disfrutar de su belleza durante meses y, en ocasiones, años. Gracias a la amplia variedad de flores que hay las posibilidades de darles otro uso distinto son infinitas. Podrás “poner el ramo en un jarrón, aunque no contenga agua. Servirá para adornar una estancia de tu casa u oficina, dándole un toque de calidez, o colgarlo de una pared, como si de un cuadro se tratase”, apunta.
Ventajas de las flores preservadas
La desventaja de los ramos de flores es que requieren inmediatez, si quieres que se conserven en perfecto estado es necesario componer el ramo o crear los centros de mesa el mismo día de la boda. Esta es la gran ventaja de las flores preservadas, ya que, aunque las adquieras días antes del evento, mantendrán perfectamente su estado, sin miedos a que se estropeen.
Es importante que sepas que, con las flores preservadas, da igual el mes en el que te cases, porque siempre habrá todos los tipos de flores disponibles. ¡No tendrás que ceñirte las flores de temporada! Eso sí, también tienes que tener en cuenta que no todas las flores se pueden preservar, no existe tanta variedad de flores como las que si encontramos en flor fresca.
La otra gran ventaja es su fácil cuidado. Al tratarse de una flor más duradera y resistente que las naturales, los cuidados son menos, aunque igual de importantes. Mantenlas en un lugar interior, evita la luz directa con el sol, quítale el polvo de vez en cuando y, lo más importante, ¡no las riegues ni las pongas en agua!, no hay que olvidar que es un elemento natural y, si queremos que nos duren años, hay que mantenerlas fuera de la luz directa y de la humedad.
A diferencia de las flores frescas, los ramos de novia con flores preservadas son perfectos para las novias que se casan en otra ciudad o país, o que necesitan tener el ramo días antes de su boda. Además, se pueden conservar durante años si se cuidan con cariño. ¿No te parece una excelente opción?
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