¿No sabes qué flores elegir para tu ramo y para la decoración en general de tu boda? ¡Nosotros te ayudamos a elegirlas! Y es que las flores tienen algo muy especial y una boda sin flores no es una boda. Será por su aroma, quizás por su color o tal vez porque nos regalan un soplo de naturalidad, frescura y veracidad en un mundo en el que lo artificial parecía ganar la batalla. Y es que son nuestro talismán del amor, nuestra oda a la alegría, nuestra manera de homenajear, cada día, lo bonita que es la vida. Porque son preciosas e imprescindibles en una boda, te mostramos 10 flores perfectas para tu ramos de novia o para decorar cada rincón de tu día.
Rosa de jardín
Una rosa con cualquier otro nombre olería igual de dulce, diría la joven Julieta, pero si bien no le faltaba razón con su Romeo, lo que desconocía la enamorada es que en efecto, no todas las rosas son iguales. Sin embargo, las más famosa de todas las rosas de jardín (las melocotón), están bautizadas como “Juliet”. Ruborizantes no sólo por su belleza, sino por ser la rosa más cara jamás desarrollada, simboliza el amor más profundo, la sinceridad y la inocencia. Son las sustitutas perfectas a las peonías y ya han florecido tanto en invitaciones, como en centros, coronas y por supuesto, en ramos de novia. ¿Acaso hay alguna flor más romántica?
Hortensia
Estos pequeños arbustos paisajísticos suelen salpicar los centros de mesa más elegantes, siendo una de las flores más atractivas para agregar a los arreglos de una boda. Con su gran corona espesa y sombras intensas de rosa, azul, borgoña y púrpura, la hortensia cambia de color a medida que crece. Representan gratitud, gracia, belleza y felicidad y un tallo o dos nos ayudarán a completar magníficos ramos, así como con algunas ramitas sueltas lograremos un prendido encantador para el novio, padrino y testigos. ¿Su punto fuerte? Secan de maravilla por lo que tus centros se mantendrán intactos como el primer día.
Peonía
Las peonías son tiernas como el rubor del primer amor y exuberantes como los sentimientos más reales. Su figura redondeada y aterciopelada encarna el romance y la prosperidad, lo que las convierten en un presagio de buena fortuna y un matrimonio feliz. De ahí que no sorprenda que sean las flores más populares entre las novias a la hora de elegir su ramo de novia. Son “el toque de color para que todo sea perfecto”, asegura Villaflores.
Símbolo de felicidad y prosperidad, las peonías producen el efecto WOW en cualquier decoración que se precie, convirtiéndose en una opción verdaderamente femenina y poderosa. ¿Qué tal sorprender a todos incluyéndola, por ejemplo, en la tarta nupcial? Eso sí, en cualquier composición que la pongas, lo más adecuado, dice el equipo de floristas de Villaflores “es contar con asesoramiento profesional para que todo luzca armoniosamente”.
Ranúnculo
Este híbrido entre la rosa y la peonía es una de las flores mas versátiles en cuanto a lo que decoración se refiere. Florecen a finales del invierno con capas y capas de fino tejido bien envuelto en pétalos que simbolizan el “encanto radiante”. Están disponibles en un arcoiris de colores que las convierten en el comodín más elegante de la decoración y es que a pesar de estar ensombrecida por las rosas, las dalias o las peonías, el ranúnculo no tiene nada que envidiarlas. ¿Su simbología? Representan el encanto y el atractivo a través de las culturas y generaciones.
Tulipán
Aunque asociado a los Países Bajos, esta flor es en realidad nativa de Persia. Representa los “años felices”, todo un símbolo del amor perfecto y duradero, que cual cisne majestuoso se convierte en una opción muy significativa para los enlaces. Impoluta y solemne, se cultivan en una amplia gama de colores disponibles durante gran parte del año, permitiéndonos realzar desde los puntos más casuales, hasta los más refinados. ¿Qué tal regalarle bulbos de tulipán a los invitados para que el amor siga creciendo en todas las casas? Úsala como nexo de unión en vuestro enlace y eleva rincones como el seating plan, la mesa de firmas o el candy bar…
Clavel
Las flores de la vieja escuela están de vuelta y vienen dispuestas a despertar los sentidos. Sutilmente perfumados, con volantes como tutus, si bien su versión roja está asociada a la pasión en general y lo español en particular, en rosa son puro candor y en blanco la honradez hecha flor. Además de ser una opción de lo más económica, lo que la hace perfecta para sustituir a las rosas y decorar los centros o hacer guirnaldas, también son símbolo de distinción y nobleza. Y es que la flor más subestimada del mundo es también una de las más versátiles. ¿Qué tal un photocall con claveles colgantes como telón de fondo? Durarán más que la mayoría de flores y secarán genial para un recuerdo post-boda.
Lavanda
La suave y romántica sombra púrpura de la lavanda funciona de maravilla con casi cualquier combinación, siendo los colores neutros los más populares. Ella es sencilla y humilde y sin embargo, es conocida como la diosa del aire. Presta atención a tus próximos eventos, sobre todo los rurales, y comprobarás cómo, cada vez más, gana protagonismo en las celebraciones de bodas: adornando desde una mantelería de lino a refrescantes limonadas o fabulosos regalitos para invitados y porqué no, hasta la propia tarta nupcial. ¿En casa? Acompaña tus velas con ellas para aromatizar tu hogar y úsala de marca páginas en tus libros preferidos. ¿A que ya te estás relajando sólo de imaginártelo?
Astilbe
Nativa de China y Japón, podríamos estar ante la nueva paniculata. Esta tradicional flor de relleno ha tomando protagonismo en los últimos meses y no es de extrañar, ya que sus suaves y delicadas “plumas” no sólo son bonitas y femeninas, sino también económicas. Diferente y sofisticada, quizás es una de las plantas más románticas y es que sus pirámides plumosas, más bellas si cabe al ser mecidas por el viento, son como el suspiro de un bebé, mientras que un ramo todo en blanco parecerá que ha sido creado por ángeles. Perfectas en cualquier ramo, macetas o arreglos secos, significan “voy a estar esperando por ti”.
Mimosa
Puede que sea la primera vez que oyes hablar de ella pero seguro que reconoces sus pomponcitos, signos de sensibilidad, elegancia y ternura. Representan la amistad y son emblema del 8 de marzo, día internacional de la mujer, y claro, con esas credenciales y ese nombre, ¿cómo vamos a resistirnos a ellas? Añade un elemento vibrante y rústico a la decoración de tu hogar o boda con estas ramitas que rebosan alegría. ¿Cómo? Colócalas en una damajuana –jarrón muy barrigudo de boca estrecha- o botella transparente, y llena de vitalidad cualquier rincón de tu vida. ¿Tienes un evento sólo de chicas? Ya lo sabes, esta es tu flor.
Margaritas
Me quiere, no me quiere… ¡Me quiere! Cuántas margaritas habremos deshojado soñando despiertas, y resulta que el verdadero amor se escondía en ellas. Son pura energía, la alegría hecha flor y recogidas en cestas de mimbre conseguirás dar un toque de lo más especial a cualquier rincón de una boda rural o vintage. Derrochan optimismo, sencillez e inocencia y combinadas con limones, cajas de madera y regaderas, entre otros, harán de esta económica flor la inesperada reina del romanticismo.
Y ahora, cuéntanos, ¿cuál te ha conquistado?, ¿cuál llegas a oler?, ¿sientes ya su magia? Seguro que sí, y es que, colorín colorado, este cuento no se ha acabado… Porque una vez que te sumerges en el increíble mundo de las flores no querrás salir de él jamás. Algo así como Alicia en su país de las maravillas, pero sin que (por suerte) tengamos que despertar.
¿Quieres saber más sobre la decoración floral y el tipo de flores que hay? ¡No te pierdas este vídeo!
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