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Sin duda, para siempre: la boda de María y Oriol
No te pierdas cómo fue el gran día de estos novios catalanes. Sin duda, una boda que destilaba estilo, personalidad y distinción.
Un miércoles cualquiera, después de una dura y larga jornada de trabajo, vuelves a casa y de repente te encuentras al amor de tu vida arrodillado en tu habitación, después de haber atravesado un largo y precioso pasillo repleto de velas que con tanto cariño e ilusión ha preparado para ti. ¿Cómo reaccionarías? Probablemente más de una se emocionaría y otras darían gritos de alegría. Pues así fue la pedida de mano que le preparó Uri al amor de su vida. Una escena, que de solo imaginárnosla, nos parece estar soñando o estar dentro de una película. ¡Qué bonito y qué romántico! Vivan los hombres atentos, apasionados y detallistas.
Los novios
María, para dar el “sí, quiero” al amor de su vida, se enfundó en un maravilloso diseño de encaje de la firma Immaclé. Un vestido sencillo a la par que elegante compuesto por dos piezas, falda lisa y cuerpo de encaje. Dos piezas que casaban a la perfección y que unidas creaban el vestido perfecto.
Del maquillaje y peinado se encargó Irene Gala y apostó por un maquillaje sencillo y natural y por un semirecogido adornado con unas peinetas de hojas doradas.
Y qué sería de una novia sin sus joyas. María, para esta gran ocasión, lució su anillo de pedida de brillantes y unos pendientes de cuarzo rosa que iban a juego con sus rockstud de Valentino en rosa nude. Unos zapatos súper especiales que llaman la atención por su originalidad, estilo y diseño.
El ramo de novia de María tenía que ser grande, informal y desenfadado, y en la floristería Vuket captaron su idea a la perfección creando este ramo en tonos verdes.
Uri, tuvo también su idea muy clara desde el principio, quería un traje azul marino para lucirlo con una original y divertida pajarita y lo adquirió en Julián Adrados, su tienda favorita. Los zapatos fueron unos clásicos italianos negros de Lorenzi y por supuesto, no pudo faltar el reloj de Tous que le regaló María.
La ceremonia
La boda de María y Oriol se celebró el pasado verano, el 30 de julio de 2016. La ceremonia religiosa se celebró en la Ermita de Lourdes de Tona, una iglesia íntima y familiar que desprende muchísimo encanto la mires por donde la mires. Y tanto a la salida de la iglesia como en el altar y en la finca donde tuvo lugar la celebración, predominaron unas preciosas y grandes hortensias en tonos rosas que instaló la floristería El Gallaret.
El banquete
El banquete se desarrolló en el Serrat del Figaró de Taradell, un espacio mágico de ambiente rústico donde se une la modernidad con la elegancia y donde hay unas vistas impresionantes a Los Pirineos.
Los platos que degustaron a lo largo de toda la celebración eran de Nandu Jubany y fue una exquisitez en todos los sentidos. Y por supuesto, no pudo faltar la música durante el cóctel y en todos esos momentos especiales.
Los centros de mesas llamaron la atención de todos los invitados por la elegancia y buen gusto, ya que estaban formados por preciosas hortensias rosas, un poquito de musgo, tres hojas grandes verdes y tres botellas de cristal de distinta altura y tamaño también de color rosa, todas ellas fueron adquiridas en Deko Palace. Sin duda, una boda que destilaba personalidad y distinción.
Y por supuesto, los invitados no se fueron con las manos vacías. Todos los detalles que hubo durante la velada fueron hechos a mano por la novia los meses previos a la boda. Y tuvo detalles más personales con las mujeres más importantes de su vida: su madre, su suegra, su hermana y su mejor amiga. A las dos primeras las obsequió con un libro de cocina “Cuina Catalana” donde salen recetas de prestigiosos chefs catalanes, entre ellos, Nandu Jubany. Y a su hermana y a su mejor amiga, las regaló dos pares de alpargatas ibicencas, las “ball pagès”.
Baile de los novios
Para inaugurar la pista de baile, los novios bailaron Always, de Bon Jovi y estuvieron en todo momento rodeados de toda su familia y amigos que les iluminaban con bengalas encendidas.
Momentos mágicos y super especiales que Carla Aymat supo captar a la perfección de la forma más natural y espontánea. Y lo mismo hizo Pol de Feel and Film, el videógrafo que supo transmitir desde segunda línea cada emoción que vivieron los protagonistas de este gran día.
Lugar de celebración: El Serrat del Figaró | Vestido de novia: Immaclé | Traje de novio: Julián Adrados | Complementos de novia: Benito Hidalgo |Maquillador y Peluquero: Irene Gala | Floristería: Vuket – El Gallaret | Catering: Nandu Jubany | Fotógrafo: Carla Aymat | Videógrafo: Feel and Film | Invitaciones: Tinta Gris
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