Desde Rusia con amor: la boda de Cristina y Javier

Nos trasladamos con la mente al final del día cuando ya cae la noche y nos vamos a El Callejón de Serrano para presenciar un encuentro amoroso de lo más divertido y fortuito. Imaginaos que, de repente, un hombre se acerca a una mujer creyendo que ésta es rusa, y le pregunta cuál es su nombre en inglés. Ella, al ser española, no puede contener la risa, y a partir de ese momento salta la chispa entre ambos. Pues bien, así fue la primera toma de contacto de Cristina y Javier.

La pedida de mano fue en uno de los hoteles más señoriales de la capital, el maravilloso Hotel AC Santo Mauro, uno de los hoteles más elegantes y distinguidos de Madrid. Él la llevó a cenar al restaurante del hotel y llenó de rosas rojas el salón donde tuvo lugar la velada. ¡Una escena romántica propia de una película!

Los novios

El vestido de novia que llevó Cristina el día de su boda lo firmaba el diseñador Manuel Mota, del atelier de Pronovias. Ella, experta en moda y propietaria de Russian Girl, una tienda online de moda de lujo a precios low cost, optó por un diseño de manga corta que destacó por su escote de vértigo en la parte trasera y por sus aplicaciones de pedrería en todo el vestido. Como calzado, apostó por un salón clásico de Yves Saint Laurent en color piel, un modelo de lo más versátil que podrá lucir en cualquier ocasión.

El ramo de novia fue obra de La Sastrería de las Flores y lució un ramo de lo más sencillo y discreto donde predominaba el amarillo pastel. Para el maquillaje confió en el talento y profesionalidad de Ane del Canto, maquilladora de Armani, de una de las líneas de cosmética más populares. Y el moño de bailarina se lo hizo ella misma, quería por encima de todo un look natural y sencillo con el que poder identificarse.

Javier, por otro lado, se decantó por un chaqué negro de Félix Ramiro que combinó con un chaleco color crema, camisa blanca y corbata azul marino. Una apuesta segura que defendió a la perfección.

Ceremonia y banquete

El gran día de Cristina y Javier fue el 20 de septiembre de 2014. La ceremonia religiosa fue celebrada en la espectacular Parroquia de Santa Bárbara y el banquete tuvo lugar en La Real Fábrica de Tapices, donde el arte se fusionó una vez más con el amor.

De la decoración se encargó el equipo profesional de La Colombine, apostando por una decoración original y con un toque vintage. No pudieron faltar los típicos carteles con mensaje, flores silvestres y muebles antiguos.

El catering corrió de la mano de El Puchero de Plata, el reportaje fotográfico lo realizó L’ Atelier Photographie y del vídeo se encargaron los chicos de Buffalo Nickel, cuyo trabajo fascinó a los novios por el toque vintage que aportaron durante sus cuatro minutos de film, y quienes convirtieron su día especial en una película. Un equipo altamente cualificado que ve la vida en fotogramas, llena de escenas que luego conforman los recuerdos más especiales.

La novia, además de ser la protagonista del gran día, es diseñadora de moda y fue la responsable de hacer los meseros que eran ilustraciones inspiradas en moda, ¡una idea de lo más original! Y también, fue la responsable de encargarse de todo el atrezzo de la boda, incluidas todas las ilustraciones en alta costura, que los invitados pudieron coger como recuerdo.

Baile de los novios

Como broche final, bailaron el tema musical Thousand years, de Cristina Perry, una canción que nos encanta para un día tan especial. ¡Felicidades por vuestro matrimonio y muchas gracias por querer compartir con todos nosotros el día más importante de vuestras vidas!

Lugar de celebración: Real Fábrica de Tapices | Vestido de novia: Pronovias | Traje novio: Félix Ramiro | Ramo de novia: La Sastrería de las Flores | Complementos novia: Yves Saint Laurent | Maquillador: Ane del Canto – Armani | Catering: El Puchero de Plata | Decoración: La Colombine – Wedding Planner| Fotógrafo: L’ Atelier Photographie | Vidéografo: Buffalo Nickel