La de Paula y Rutger es una de esas bodas que a todos nos gusta publicar, por la alegría que desprendían los novios, por lo cuidado de la decoración y por lo original del enlace. Gracias a las fotografías de Javier Abad de F2Studio hoy la compartimos con vosotros.
Cuando esta pareja afincada en Amsterdam, empezó a preparar su enlace, tenían clara una cosa: sería una boda diferente, con un toque boho. Una boda rústica, localizada en exteriores, en la que la naturaleza sería fundamental tanto para el enlace como para la decoración, un aspecto, para el que contaron con la ayuda de The Love Forest.
Para un día tan especial como el de su boda, Paula eligió un vestido de novia que no podía favorecerla más: el modelo Martinica de YolanCris. Se trata de un precioso diseño con tirantes y escote corazón elaborado en guipur que le daba un toque desenfadado. Como complementos, sencillez máxima en las joyas (solo lució unos pendientes en forma de lágrima), unos zapatos de LK Bennet en color nude en los que primó la comodidad y un precioso ramo de peonías, la flor más de moda entre las novias.
El peinado y el maquillaje, también caracterizados por su sencillez, no podían resultar más favorecedores. Con el pelo tan solo semirrecogido en un lateral con una dos tocados en forma de flor y un maquillaje en tonos neutros, Paula estaba radiante y preparada para el sí quiero.
Por su parte, Rutger huyó del tradicional chaqué, (“no estaba en línea con el tipo de boda que habíamos ideado”) y apostó por un traje azul marino que combinó con una corbata en rosa borsalino a juego con el tocado de Paula.
Para la ceremonia y el posterior convite los novios apostaron por el Castiello de Selorio (Asturias), un lugar que combina la magia de una antigua casona con el encanto de la naturaleza gracias a sus grandes jardines. Su llegada al lugar, montados en una bicicleta, no pudo ser más diferente y divertida y dejó boquiabiertos a todos sus invitados.
Tras la ceremonia los novios, acompañados del equipo de F2Studio se marcharon a hacerse sus primeras fotos como marido y mujer aprovechando los enormes jardines del Castiello.
Mientras tanto, sus invitados descubrían todo lo que el equipo de The Love Forest había preparado para que a la boda no le faltase detalle.
Y para culminar la fiesta, tras el exquisito convite, llegó la mesa de dulces a cargo de Mis dulces 26. Sin duda, el remate ideal para una fiesta que, sin saltarse el baile de los novios con piruetas incluidas, se prolongó hasta la madrugada.
Y es que cuando una pareja prepara su boda con tanto cariño e ilusión y con la ayuda de profesionales de la altura de los wedding planners de The Love Forest, el resultado solo puede ser perfecto. ¡Muchas gracias por compartir vuestra boda con nosotros y que seáis muy felices!
Si te ha gustado este enlace, no te pierdas la boda de Nuria y Daan en una antigua central térmica, ni la de Carol y Tati, inspirada en olivos y lavanda.
Selecciona a los proveedores que quieres contactar
¿No te quieres perder las últimas novedades para tu boda?
Suscríbete a nuestra newsletter
Escribir un comentario