Así plasmó Óscar Parrilla los instantes más efímeros de la boda de Paloma y Bruno
Un fotógrafo de bodas con una sensibilidad que ve más allá de los rostros y las miradas para plasmar los sentimientos y emociones de los acontecimientos más importantes.
Qué sería de la vida sin esos amigos que a veces ejercen el papel de Cupido y se convierten en nuestro mayor héroe por habernos presentado a nuestra media naranja… Pues bien, así fue como se conocieron Paloma y Bruno, gracias a la intervención de una amiga que tienen en común. Una persona que hizo que sus vidas cambiaran para siempre.
La pedida de mano oficial fue, sorprendentemente, dos días antes del gran día, en un restaurante solo y exclusivamente para los dos. Una velada íntima y especial en la que Paloma contó con una pequeña sorpresa a la llegada del postre; un precioso anillo de compromiso que estaba en el interior de la copa de un delicioso y sabroso mousse de chocolate blanco.
Los novios
Paloma estuvo deslumbrante en su ‘día B’ con el modelo Balbina de Pronovias, un vestido de estilo clásico con líneas simples, manga larga, escote bardot y botonadura en la espalda.
El blanco de su vestido de novia constrastó de forma sublime con el coral de sus zapatos, unos salones de ante con el talón al aire, y con su ramo de novia, un llamativo bouquet compuesto de peonías blancas, ipericum y rosas rojas.
Para el maquillaje y peinado confió en el talento y profesionalidad de la estilista Gloria Aguilar, quien le hizo un semirecogido romántico de lo más elaborado y adornó con unas margaritas blancas.
Bruno, el novio, acudió al altar de lo más elegante y varonil con un traje de chaqueta color azul marino que combinó con chaleco azul celeste y corbata color coral con topitos en celeste, unos divertidos lunares que animaban el look e iban a juego con el color del chaleco.
Ceremonia y banquete
Paloma y Bruno se casaron el 24 de octubre de 2014 en la Basílica de San Francisco el Grande y la celebración tuvo lugar después en el Palacio de la Misión, en Madrid. A la salida de la iglesia todos sus invitados les sorprendieron con granos de arroz y pétalos de rosas rojas, y en el lugar de celebración todos ellos pudieron experimentar en primera persona la magia y el romanticismo gracias a su maravilloso patio acristalado con claustro.
El catering corrió a cargo del Palacio, ya que disponen de cocina propia, y tanto el cóctel como el menú de la boda resultó ser todo un éxito. Allí pudieron disfrutar de una velada de lo más agradable y divertida junto a todos sus familiares y amigos.
El reportaje fotográfico se lo confiaron a Óscar Parrilla, fotógrafo de bodas con una especial sensibilidad para el arte y para lo estético. Una sensibilidad que ve más allá de los rostros y las miradas para plasmar los sentimientos y emociones de los acontecimientos más importantes. Especialista en plasmar los instantes más efímeros para conseguir la fotografía perfecta. Su obsesión como especialista, es que cada disparo que realiza con su objetivo encuentre algo que contar, algo importante que emocione y que transmita. Un apasionado de la luz, los colores y los contrastes que fotografió al detalle cada uno de los momentos de la boda de Paloma y Bruno, captando a todas esas personas que había en de cada uno de esos instantes. Sin duda, el mejor recuerdo que pueden tener de ese fantástico día; unas imágenes naturales con expresiones espontáneas. Volverían a recurrir a él una y mil veces más.
Paloma y Bruno, ¡enhorabuena por esos cuatro años de matrimonio! Esperamos que seáis tan felices como el primer día.
Lugar de celebración: Palacio de la Misión | Vestido de novia: Pronovias | Maquillaje y Peinado: Gloria Aguilar | Catering: Palacio de la Misión | Fotógrafo: Óscar Parrilla
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