Cosas que echarás de menos cuando te vayas a vivir con tu pareja
Irte a vivir con tu pareja dar un paso importante que conllevará ciertos cambios en tu día a día. ¡Te contamos que cosas echarás de menos al irte a vivir con tu pareja!
Vivir en pareja es algo natural, es algo que nos viene dado socialmente y que la mayoría de las personas sienten como una necesidad vital. Aunque hay que apuntar que hay excepciones en las que la persona prefiere llevar una vida individual es cierto que la tendencia natural es vivir en pareja y compartir las actividades cotidianas y otras menos cotidianas que puedan romper la monotonía.
No quiere decir que tengamos que estar las 24 horas del día juntos realizando todas las actividades de día a día en plena simbiosis, vivir en pareja ha pasado de ser algo socialmente deseado a ser una elección totalmente personal. Sea como sea, tenemos que decirte que hay algunas cosas que echarás de menos cuando te vayas a vivir con tu pareja, ¡descúbrelas para estar totalmente preparada para tu convivencia!
Un espacio personal
Tener tu propio espacio y no tener que compartirlo con nadie es lo primero que vas a perder. Esos metros cuadrados de liberación en los que podías hacer lo que quisieras como pegarte unos buenos saltos o bailes. Por ello, te recomendamos que desde el principio de tu convivencia puedas reservarte un rinconcito íntimo y personal que pueda suplir la pérdida de tu espacio personal.
Tus normas
Seguramente viviendo sola tenías tu propias normal establecidas para contigo misma, normas preestablecidas que no necesitabas recordarte sino con las que convivías e ibas rompiendo y cumpliendo a tu antojo sin que nadie pudiera reprocharte nada por ello. Viviendo en pareja, estas normas no escritas hay que dejarlas claras, añadir nuevas o eliminar algunas de ellas para fusionarlas con las normas de tu pareja y así crear unas nuevas normas juntos que os hagan vivir en un equilibrio.
Silencio o alboroto
Dependiendo de tu personalidad serás una persona de las que disfruta de los momentos de silencio o quizás a la que le gusta el alboroto en casa y esto puede que sea una de las cosas que más eches de menos al irte a vivir en pareja. También es posible que tu pareja y tu coincidáis en esto y no pierdas de tu vida tu silencio o tu alboroto.
Momentos íntimos de pareja
Es curioso cómo se ve afectada esta parte de la conviviencia. Antes, cada vez que pasabais momentos juntos, tenías momentos de intimidad y de sexo más apasionado impulsado en parte por la sensación real o no de veros esporádicamente en la que tenías que “aprovechar” el tiempo al máximo. Pues, hemos de decirte que tus relaciones sexuales y la pasión van disminuir notablemente. Para evitar esto podéis tratar el tema con naturalidad y buscar nuevos juegos de pareja que reaviven la pasión perdida.
Sitio para tus cosas
El espacio para tus cosas personales se verá reducido y tendrás que ingeniártelas muy bien para acaparar sin que se note el mayor espacio posible en los estantes del baño o en el armario. Si vais a vivir en una vivienda espaciosa esto tiene solución asignando espacios separados para ropa, complementos o cosméticos.
Largos momentos en el baño
Vas a tener que compartir el baño con tu pareja por lo que se acabó estar largas horas dentro. Tendrás que prender a economizar tu tiempo en el baño en todos los sentidos, y cuando decimos en todos es en todos. Así que te recomendamos siempre que sea posible ir a vivir a una vivienda con dos baños y hacerte con uno de ellos en el que puedas estar todo el tiempo que quieras.
Elección de la decoración
En este sentido te pueden pasar dos cosas: que a tu pareja no le interese nada este tema y tengas total libertad de decisión decorando los espacios que vais a compartir o que tu pareja tenga alma decoradora y tengáis que llegar a un acuerdo que irá desde el color de las paredes a la elección del modelo de la vajilla. Llegar a un consenso es lo ideal o incluso repartirse los espacios para que cada uno pueda expresarse, decorativamente hablando, en este sentido.
Picar sin sentirte culpable
¿Te parece una chorrada? Pues es algo que te va a pasar porque cuando vives sola puedes ir a la nevera y picar de esa tableta de chocolate sin tener que rendirle cuentas a nadie. Cuando vives con tu chico aparece un sentimiento de autocontrol mutuo que te hace dudar de si es buena idea picar esa onza de chocolate a no ser que la acción conlleve la complicidad de tu chico y los dos caigáis en la tentación juntos. ¡Afrontar el picoteo en pareja es mucho más divertido!
Largas conversaciones de teléfono
Es curioso como podías estar horas hablando por teléfono con tu pareja antes de irte a vivir con ella. Inevitablemente cuando conviváis juntos vais a veros muchas más horas al día por lo que el nivel y la duración de las conversaciones se verá modificado y será habitual que disminuyan. Siempre podéis encontrar nuevos temas e incluirlos en vuestras conversaciones para no caer en la monotonía.
Una cama para ti sola
Tu cama, ese bien tan preciado en el que podías dormir en el lado que quisieras cada día o estirarte hasta ocupar el otro lado sin que nadie se quejara por ello. Bueno pues ahora te tocará pasar a la negociación de elegir lado y ojo con elegir el correcto porque cuando pase un tiempo el lado de la cama se convertirá en una posesión personal muy apreciada difícil de sustituir.
Vivir en pareja tiene que ser algo que te haga muy feliz por lo que debes de gestionar esas cosas que echarás de menos al hacerlo. Con un poco de comunicación e ingenio podrás conservar esos bienes preciados para ti e incluso compartirlos con tu pareja.
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