Todavía te encuentras en plena organización de la boda o quizá ya haya terminado el día D. Vale, en ambos casos, todavía estás a tiempo de preparar una rutina posboda que te impida quedar en shock o exhausta cuando el asunto llegue a su fin. Porque, ¿quién sabe cómo te encontrarás tras un cambio de vida tan repentino? Es como una rehabilitación repentina para la que no estás preparado: del caos de la organización a la vida tranquila… Quizá sea duro sobrevivir a ello sin esta guía, ¡así que toma nota!:
Bodas largas, épicas, infinitas…
Una de las maneras de evitar la depresión posboda es saturarte de ella. No tienes que odiarla, pero sí darte por satisfecha y pensar que más sería excesivo. Por ello, te proponemos que la boda sea más larga que un festival de música electrónica, tal y como hacen muchos novios en la actualidad -sobre todo los famosos-.
No tiene por qué ser un despilfarro cada día, sino organizar planes que incluyan diferentes eventos con tus personas favoritas, como cenas con amigos, días de excursión o playa, pequeñas fiestas, conciertos y un día más serio en el que los novios se den el “sí, quiero”, con los elementos correspondientes.
Reuniones recurrentes
Las bodas suelen recordarnos que estar entre familiares y amigos es una gozada comparable a muy pocas cosas. A todos nos gusta el cachondeo y más si contamos con la mejor compañía posible. En fin, que podéis establecer reuniones mensuales o bimensuales con los círculos más cercanos: organizar cenas, escapadas, fiestas y todo lo que se os ocurra. El caso es mantenerse ocupado y equilibrar la vida social con la vida en pareja. ¡Vivir así da gusto!
A la caza de fotos no oficiales
Hoy en día, cualquier hijo de de vecino tiene una cámara a mano gracias a su teléfono móvil. De hecho, las redes sociales son bancos de imágenes perfectos para recordar cualquier evento. Por ello, después de que acabe el día, interroga a tus conocidos sobre las fotos que han hecho en tu boda, pídeselas e inspecciona sus Instagram y Facebook para contemplar las grandes anécdotas de tu boda, no siempre en torno a vosotros. Sin duda, estas imágenes serán las más divertidas.
Una llamada
¿Qué pasa cuando todos tus invitados han abandonado el espacio de celebración? Probablemente se tiren durmiendo lo que queda de noche y parte del día siguiente, pero no deberías tardar demasiado en coger el teléfono y llamarles para agradecerles personalmente su participación en tu gran día. Queda bien y muy encantador, sobre todo porque recurrirías a una tradición en los tiempos tan impersonales que caracterizan la vida moderna. En estas conversaciones telefónicas (esperamos que tengas llamadas gratis) es divertido recordar momentos de la boda y completar la experiencia.
Abrazar buenas costumbres
Para la boda, casi todas las mujeres siguen tratamientos de belleza especiales. Empezando por relajarse en un spa antes de abordar la dura jornada, continúan contratando los servicios de profesionales de tratamiento del pelo, de la piel y del maquillaje solo para triunfar en su gran día. Y nosotros nos preguntamos, ¿por qué no adoptar estas prácticas de por vida? Necesitas sentirte sana y bella cada día, no solo en este magno evento. Así pues, continúa acudiendo a los profesionales o recuerda sus técnicas y empieza a convertirte en tu propia esteticista.
Seguir por la buena línea
En lo referente al cuerpo ocurre exactamente lo mismo. Generalmente, las parejas afrontan la recta final de la preparación de la boda con un sinfín de ejercicios y actividades físicas para lucir mejor -y probar suerte con ciertos atuendos- en el día D. Si sigues estas disciplinas a lo largo de tu vida no solo te sentirás mejor contigo misma, sino que fortificarás tu salud.
Recuperación y relax
La recuperación tras la boda puede ser un paso más para alargar la experiencia. Empieza bebiendo agua como si no lo hubieras hecho en toda tu vida, deja a un lado por unos días el azúcar, el alcohol y valora el poder de los productos detox -depurativos-. Todo ello te ayudará a volver a ser tú misma tras el exceso de la boda.
Por otro lado, termina de restablecerte con una sesión de relax similar a la que te dejó en la gloria antes del día señalado. Spa, masajes, yoga, pilates, descansar en el sofá con manta y peli todo el día… Lo que te haga más feliz.
Reutilización
El “reciclaje” de algunos de los objetos de la boda no solo te ayudará a preservar el medio ambiente, sino que te permitirá recordar los detalles de tu gran día durante mucho tiempo. Hablamos de todo lo que se pueda reutilizar, desde joyas hasta los elementos decorativos que poblaron tu espacio de celebración, siempre y cuando puedas quedártelos.
Tus hits de la boda
Confiamos en tu criterio musical y seguro que tu boda tuvo o tendrá los temazos más punteros de ayer y de hoy. Después de la boda, caza esa lista de Spotify y guárdala para los restos. Póntela en casa, en el coche… donde quieras para rememorar los mejores momentos musicales y danzarines de tu fiestón de boda.
El viaje esperado
Nada mejor como dilatar la sensación de fiesta y cerrar el capítulo de la boda que con un viaje en condiciones, EL VIAJE, es decir, la luna de miel. La llevas esperando desde que decidiste casarte con tu pareja y ahora ha llegado el momento. Y esta vez, la experiencia es solo vuestra, con el relax o la aventura a vuestra elección. Pero efectivamente, creerás que la boda sigue, aunque esta vez solo os incluya a vosotros en un entorno espectacular.
Estos son los tips que necesitas para afrontar la vuelta a la realidad sin la extrañeza que impera tras eventos de esta categoría. Para ti, la boda no tiene por qué durar solo un día. ¡Esta es la mejor manera de asimilar las emociones!
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