Desvelamos en qué consiste el 'dress code' de los hombres (sí, ellos también tienen)
Porque los hombres también se merecen unas normas de vestimenta para lucir como auténticos pinceles.
¿Acaso las mujeres son las únicas que utilizan nombres extraños para sus códigos de vestimenta en bodas? ¡Claro que no! Los hombres también deben seguir ciertas reglas para acudir con clase a los grandes eventos. Estilo, saber estar, elegancia…, es decir, las normas que visten a un dandy con licencia para dejar huella. ¿Cuáles son estos impronunciables dress code? Sigue leyendo.
White Tie
Este código de vestimenta no se anda con rodeos ni medias tintas: rigurosa etiqueta. Rigurosa hasta el hartazgo, mejor dicho. Sin vuelta de hoja. No, no insistas: no hay opción de escaquearse. Sin embargo, este código no es muy habitual en las bodas de a pie, aunque nunca se sabe con qué te van a sorprender los futuros esposos. De hecho, se utilizaba en cenas de gala y eventos varios de la aristocracia.
Si por casualidad tu próxima boda requiere este dress code, lo suyo es llevar un frac, que suele usarse con pajarita blanca (esta última solo debe llevarse con frac).
Black Tie
Simplemente etiqueta. La prenda que has de utilizar es el esmoquin, cuya chaqueta está sujeta a un pequeño abanico de colores, a diferencia de la rigurosidad del white tie y su falta de diversión. Puedes optar por una chaqueta negra, azul o blanca y, por qué no, investigar con las nuevas combinaciones que han surgido en el mercado, algunas ciertamente irritantes para los ojos (recordemos a Messi en las galas del Balón de Oro). La botonadura puede ser simple y con solapa en pico o redondeada. El fajín o el chaleco también son dos complementos que puedes incluir para añadir elegancia al conjunto.
La camisa tiene dos vertientes: de cuello de paloma si usas pajarita y de cuello tradicional si usas corbata (siempre negra). No, no puedes obviar uno u otro complemento: tienes que ponerte alguno de ellos. Y, tanto en una camisa como en otra, el puño ha de ser francés. Para los pies, zapatos de charol o de piel negros.
Cóctel
Otro galimatías que algunos hombres y las personas de su alrededor suelen interpretar como les viene en gana. Evidentemente, el sustantivo “cóctel” denota un sarao más informal que el que se presenta en los anteriores eventos, pero en este, al menos, se aconseja el uso de un traje oscuro. Nada de experimentos ni de imitar a algunos millonarios de Casino. El traje oscuro con alguna corbata estampada, de colores o una pajarita son una opción segura para encandilar y no desentonar.
Casual Chic / Smart Casual
Una de esas combinaciones que todavía traen de cabeza a las personas que se conformaban con la lengua patria y los códigos de vestimenta de siempre. Pero ahora se lleva lo de combinar palabras en inglés y concebir estilos que varían por pequeños matices, casi siempre por copiar a los americanos. Lo que no sabíamos es que estos vocablos abren un gran mundo de posibilidades con tal de no ir excesivamente arreglados.
Si el dress code exige casual chic, adelante, puedes ir casual (informal, desenfadado, como te apetezca…) con un toque chic (elegante, seductor, don Juan, vamos). Hay millones de combinaciones: blazer con vaqueros oscuros, camisetas con chaquetas, trajes sin corbata, pantalón de vestir con camisa y jersey…
Sport
¡Alto! Nadie te ha pedido que vayas a la boda con la ropa del gimnasio, ni siquiera con atuendo de futbolista o de golfista. Sport es deporte en inglés, pero no tiene casi nada que ver con el deporte en términos de dress code, salvo por el posible uso de zapatillas deportivas (que también podrían ser mocasines u otro calzado cómodo). El caso es estar relajado, tranquilo, sin agobios por los límites que imponen otros códigos de vestimenta. Así pues, junto con ese calzado cómodo, en la parte de arriba te vale con un pantalón chino o unos vaqueros que combinen con un polo, una camisa o una blazer más informal. No necesitas mucho más, pero sí el mejor estilo para llevar todo eso sin parecer un dominguero.
Ya sabes cómo vestirte para una boda si se establecen ciertas normas. Lo malo llega cuando no hay dress code y tienes que improvisar. Sé tu mismo y, a la vez, respeta la elegancia que ha de primar en un evento cool, siempre y cuando no te vengas demasiado arriba: ¡no te disfraces de quien no eres!
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