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El esmoquin: cómo conseguir un look de novio espectacular
¿Todavía no sabes qué ponerte en tu gran día? No lo pienses más, opta por el esmoquin: elegante, moderno y que derrocha estilo. ¡Serás el novio más guapo!

Foto: La Boda de Lola
Tradicionalmente, el esmoquin se ha catalogado como un traje de media etiqueta, reservado para celebraciones semi informales que se desarrollan en horario nocturno. De hecho, desde un punto de vista protocolario, se sitúa en un escalafón inferior al chaqué y al frac. Sin embargo, su utilización en actos como la gala de los Oscar y de los Goya y en sagas cinematográficas tan emblemáticas como James Bond, han calado hondo en la imaginería popular y en la inspiración de los diseñadores, como símbolo de elegancia y de un caballero apuesto a la par que moderno.
Por todo ello, aunque, estrictamente, contravenga las normas de la etiqueta, cada vez más novios apuestan por el esmoquin para su outfit nupcial. Una apuesta arriesgada, pero ganadora, cuyo resultado es una imagen impecable y arrebatadora; un efecto wow que trasciende muy merecidamente el look de la novia. Si nosotras innovamos y creamos moda, ¿por qué no ellos? Es la hora de los novios valientes: los novios de esmoquin.
Orígenes y aparición en las bodas
El origen del esmoquin se remonta al siglo XIX, cuando el Príncipe de Gales, Eduardo VII, encargó a la sastrería Henry Poole & Co la confección de un nuevo tipo de traje para sus fiestas y recepciones privadas, que dio en llamarse dinner jacket o black tie. Su éxito se difundió a raíz de la visita del empresario norteamericano James Potter, quien lo introdujo en el club de alta sociedad que regentaba en Estados Unidos (Tuxedo Park Club, por el que este diseño es conocido en América como tuxedo o tux).
Desde entonces, su uso se ha consolidado en eventos vespertinos de tipo festivo o lúdico, tales como galas, ceremonias de entrega de premios y conciertos; así como en el mundo cinematográfico (grandes galanes de la historia del cine han lucido el tuxedo en alguna de sus interpretaciones estelares, como Cary Grant, Sean Connery o Pierce Brosnan). De ahí que su irrupción en el mundo nupcial haya cobrado gran fuerza. De hecho, hemos visto casarse de esmoquin a Adam Shulman y Michael Bublé, entre otros personajes famosos. Sin olvidar que el propio príncipe William de Inglaterra lució un esmoquin en la cena que siguió a la celebración de su boda.
Estilismo: diferentes opciones
La composición tradicional del esmoquin incluye una chaqueta cuya principal característica son sus particulares solapas (en seda, raso o gorgorán; redondeadas o en punta); un pantalón que suele llevar una franja lateral del mismo material que las solapas de la chaqueta; un chaleco o un fajín (banda tableada en raso o seda que bordea la cintura); y una pajarita. La camisa ha de ser de puño doble, para lucir gemelos, y el cuello tradicional es el denominado wing, esmoquin o pajarita (cuello bajo, con puntas de menor tamaño), aunque también puede llevar cuello italiano.
El color protocolario de todos estos elementos es el negro, aunque la etiqueta acepta también el midnight blue.
En celebraciones estivales, puede lucirse la chaqueta en color blanco. No obstante, la revolución del esmoquin nupcial ha supuesto la introducción de multitud de variantes que aportan distinción y originalidad a cada novio. Así, es frecuente observar chalecos o fajines y pajaritas, a juego, en todo tipo de colores o incluso estampados.
Los novios más arriesgados se atreven incluso a modificar la tonalidad de la chaqueta o del traje completo. El azul es una de las opciones preferidas.
Por otro lado, aunque el protocolo indica que el esmoquin ha de lucirse imperativamente con pajarita, el tuxedo se está empezando a combinar con corbata o corbatón (o corbanda). De hecho, muchos novios optan por un look “más formal”, compuesto por chaleco y corbata, para la ceremonia y cambian a la pajarita durante la celebración.
La utilización de los tirantes reglamentarios sigue siendo predominante en el caso del esmoquin. Sin embargo, algunos novios se decantan por un cinturón elegante y bien elegido.
Los zapatos han de ser negros (de charol, preferiblemente), aunque también en este aspecto se está innovando, y podemos encontrar zapatos de color azul marino, por ejemplo.
Tendencias
El uso del esmoquin para el look del novio es una tendencia en auge, que se observa no solo ya en enlaces civiles, sino también en ceremonias religiosas e, incluso, en celebraciones diurnas. Su elección puede ser un éxito en cualquiera de los casos: todo depende de los colores y tejidos seleccionados, así como del contexto de la boda o la temática de la celebración.
Por otro lado, muchos de los invitados suelen secundar al novio en el uso del esmoquin el día “B”, lo que provoca divertidas estampas o escenas mágicas.
Además, cabe señalar que el tuxedo se ha convertido en un elemento clave en bodas de inspiración retro o vintage, boho chic o rústicas. Lo cierto es que se adapta a todo, siempre que se juegue con los accesorios que le den el toque que necesitan.
En conclusión, podríamos decir que, ateniéndonos de forma ortodoxa a los cánones de la indumentaria, el esmoquin no es un traje de ceremonia, sino de fiesta. Y, sin embargo, ¿qué mayor fiesta que una boda? La mayoría de las parejas, hoy en día, no se casan por realizar un trámite o cumplir con un formalismo. Se casan para dar a su amor la celebración que merece. Una idea festiva que en ocasiones, se viste elegante y acertadamente de esmoquin.
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