A día de hoy, cuesta bastante organizar un viaje de novios que se salga de la norma. Aunque las actividades y destinos disponibles son múltiples, muchos de ellos se repiten y las agencias suelen sugerir los mismos paquetes. Por suerte, desde Zankyou ofrecemos una serie de ideas que, dentro de tu viaje organizado, pueden añadir pimienta a tu luna de miel.
¿Te has preguntado alguna vez cuántos laberintos hay en el mundo? Sí, ¡laberintos! Su estructura y componente natural es impresionante, y son espacios ideales para poner a prueba la orientación. Y entre baños en playas paradisíacas, trekking y visitas a templos, esta actividad podría ser un punto a favor para vuestro periplo. ¡Siéntete como Jach Nicholson en El Resplandor!
Jardines de Villa Pisani (Venecia, Italia)
En el pueblo de Srta, localizado en la provincia de Venecia, Villa Pisani es un reclamo popular que destaca por sus jardines. En ellos duerme el laberinto que nos ocupa, una suerte de construcción a base de grandes setos dispuestos en círculos concéntricos.
Como premio y como referencia, el centro del laberinto guarda un tesoro, una torre con escaleras en homenaje a la diosa Minerva, custodia del emplazamiento con su leyenda y su estatua. El laberinto es pequeño, pero lioso, aunque la paz y quietud que recorren sus calles merece la pena. ¿Te perderás? Hay rumores de que a Napoléon le pasó, pero quién sabe.
Plantación Dole (Hawái, Estados Unidos)
Las playas de Hawai son un lujazo, pero quizá te canses de tanto paraíso y busques planes alternativos (de todo se aburre uno, en serio). Así, sal de la rutina en la isla de Oahu, visita obligada para todos los visitantes de Hawái, y déjate caer por esta plantación de piñas que corona el epígrafe.
La multinacional Dole ha construido esta bella edificación natural para deleite de los viajeros que rompen las reglas del turismo. Es uno de los laberintos más grandes del mundo y trae consigo un gran aprendizaje sobre la piña, fruta que aparece dibujada al final del recorrido a tamaño mastodóntico.
Laberinto Ashcombe (Australia)
Este laberinto, sito en el estado de Victoria (Península Mornington), es también un juego que se ha hecho célebre en Australia. Sus paredes arbóreas miden más de tres metros, su estilo es victoriano (aunque surgió en los años 70) y sus pasillos son estrechos, pero lo que de verdad llama la atención es la captura de los cuatro mosaicos de bandera que necesitas antes de llegar al final del laberinto.
Además, este complejo incluye dos laberintos más, uno de ellos de lavanda y otro de rosas, donde la orientación y el sentido del olfato se hermanan para despertar las emociones. ¡No te olvides del Ashcombe en tu luna de miel en Australia!
Reignac-sur-Indre (Francia)
Una maravilla que lo tiene todo, desde bellos diseños que quitan el aliento hasta una gran dificultad, todo ello como parte de un buen laberinto. Pretendía ser el más grande, pero aunque la villa de Reignac-sur-Indre ha visto superada en tamaño su obra con los años, quizá nadie le haya ganado en belleza y originalidad. Porque sus cultivos de maíz y girasoles cambian sus formas cada año, y siempre se superan a sí mismas. Sin duda, uno de los laberintos por excelencia que siembran este planeta.
Laberinto del Palacio de Scone (Escocia)
Muy especial por su significado, ya que la estrella de cinco puntas representa a la familia Murray, heredera del palacio. Se trata de una obra de ingeniería pulcra obra del especialista Adrian Fisher, que combina tonos verdes y marrones para evocar el tartán (típica tela escocesa). Además, se culmina con una estatua de bronce que hace referencia a la ninfa de agua Aretusa, genial para potenciar el carácter místico del lugar y de los bosques de Escocia.
Laberinto de Longleat (Wiltshire, Inglaterra)
Este laberinto, colindando con la Mansión Longleat, es un maravilloso caos que pone a prueba al más intrépido. Está formado por la friolera de 16.000 tejos ingleses, perfectos para sacar de quicio al más pintado, a la par que emocionarle por la belleza, las formas y las curvas. Así es, porque este laberinto es una composición serpenteante que circula sin aparente orden ni concierto, pero que lleva a un lugar seguro tras un máximo de 90 minutos de exploración. Después, puedes probar el safari que se encuentra cerca del complejo.
Farmstead & Richardson Adventure Farm (Idaho, EEUU)
Si eres un friki o amante de la cultura pop, este laberinto es el tuyo. A través de gigantescas extensiones de cultivos de maíz, los responsables de esta granja se suben al carro de la actualidad (o de las leyendas) y diseñan un escenario increíble.
Este año, la originalidad ha dibujado sobre los campos de maíz el universo de Pacman. En tu viaje de novios por la costa oeste de Estados Unidos, puedes desviarte un poco y disfrutar de esta experiencia junto al estado de Oregón.
Laberinto de Villapresente (Cantabria, España)
En la verde Cantabria, Emilio Pérez ha aprovechado el poder de la naturaleza para diseñar el laberinto por excelencia, que también es el más grande España. A partir del mes de marzo, estos 5000 metros cuadrados de cipreses que llegan hasta los 2’5 metros de altura suponen una inmersión total en la naturaleza. Solo tiene un año de antigüedad, pues no fue hasta 2016 cuando el mencionado Emilio, dueño y creador de tan magna obra, decidió cumplir uno de sus sueños por culpa de un excedente de cipreses. La jugada le ha salido redonda.
Si quieres experimentar las mismas sensaciones que el célebre Minotauro de la cultura griega, escondido en el laberinto construido por Dédalo (originalmente el Laberinto de Creta), aprovecha tu luna de miel (o un gran viaje en pareja) para descubrir otra de las partes que componen tu bello destino. ¿Acaso no querías probar cosas nuevas?
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