Dos novias, dos estilos: romántico y bohemio
Un editorial en el que muestran una boda al más puro estilo boho chic, un enlace con un punto fascinante y misterioso. Una boda de ensueño, como recién salida de un cuento pero con un entorno natural a la vez tanto en el paisaje como en las prendas y accesorios de los novios.
Hoy nos teletransportamos a uno de los castillos más bonitos que hay en la Comunidad de Madrid, el Castillo de Viñuelas. Un enclave único que desprende pura magia y romanticismo para vivir tu propio cuento de hadas. Sin duda, el espacio perfecto para protagonizar el último trabajo del equipo de Lab Studio.
Una sesión que se hizo con la intención de reflejar su estilo fotográfico basado en la espontaneidad y en la búsqueda de momentos íntimos. Un reportaje que habla por sí solo y que transmite su pasión por el retrato y el paisaje. Y de esto tiene mucho el Castillo de Viñuelas, uno de época en el que se hospedaron monarcas y aristócratas. Un palacio que aúna paisajes naturales únicos con un toque salvaje y posee grandes ventanales y estancias en piedra y madera, que desprenden cierto encanto y merecen ser fotografiadas.
En este editorial muestran una boda al más puro estilo boho chic, un enlace con un punto fascinante y misterioso. Una boda de ensueño, como recién salida de un cuento pero con un entorno natural a la vez tanto en el paisaje como en las prendas y accesorios de los novios.
Para la sesión pensaron en una paleta de colores suaves que armonizaran entre sí y con la propia naturaleza: una gama de blancos, azules, verdes y magentas.
La novia derrocha estilo, finura, delicadeza y feminidad. Aunque también percibimos en ella y en su atuendo un toque moderno y vanguardista, mezclando la belleza del clasicismo con lo actual. Una joven que no ha perdido su lado soñador, vive en el presente pero también se inspira en el pasado. El estilo perfecto para una novia actual pero soñadora que busca aunar lo clásico y moderno, lo íntimo y la naturaleza.
Para ello, escogieron varios diseños de Raquel Ferreiro, piezas artesanales de Alta Costura que aportaron el toque romántico y desenfadado que andaban buscando.
Crearon dos looks: uno para el interior y otro para el exterior del castillo. En el primero, la modelo llevó un vestido de encaje de calais en tono blanco roto y como complemento añadieron una preciosa y delicada capa de terciopelo y satén de seda en tono marfil. ¡Nos ha prendado nada más verlo!
Para el ramo de novia, pensaron que las flores preservadas serían la mejor opción para acompañar a este look nupcial con tanta personalidad. Y para ello confiaron en el trabajo de la Floristería Florever, quienes elaboraron un precioso y vistoso bouquet de eucalipto, hortensia, paniculata y otras flores silvestres a juego con el tocado que también llevó flor de arroz, eucalipto, paniculata y flores silvestres.
En el segundo look llevó un vestido de tul bordado en tono azul hielo que dejaba al descubierto la elegancia y sensualidad de su espalda.
Con los dos modelos estuvo radiante por las joyas minimalistas de Anna Bonfill que complementaban a la perfección los vestidos de Raquel Ferreiro.
De maquillarla y peinarla se encargó el estilista, Javier Lorenzo Larroana, quien le hizo un recogido bajo informal con volúmenes compensados y mechones desalineados en los contornos. Para el maquillaje, optó por una piel jugosa con una base muy ligera, y en los ojos empleó un ahumado muy sobrio con tonos tierra dándole un poco de luz en el centro. En los labios aplicó un tono rosado a juego con el tono del rubor de sus mejillas. Y para terminar un poco de gloss irisado.
Para el atuendo de el novio se inclinaron por la Sastrería Foraster y apostaron por un estilo más moderno y original con un punto informal. Prendas tejidas de alpaca frescas y exclusivas. Destacamos la pajarita y los tirantes de topitos blancos sobre fondo azul marino, la camisa hecha a medida con cuello italiano, la corbata estampada de seda y los zapatos oxford de piel.
Y detrás de todas y cada una de estas imágenes que nos hacen soñar e imaginarnos que estamos viviendo nuestro propio cuento de hadas, está el extraordinario equipo de fotografía de Lab Studio, un grupo dirigido por Nicolás Mazzini que destaca por poseer y saber transmitir un estilo natural y espontáneo en todos sus reportajes. Un equipo de profesionales que se involucra al máximo en cada proyecto y que defiende que las mejores imágenes se crean cuando hay una verdadera comunicación entre el equipo y vosotros. Les gusta desarrollar cada boda de forma diferente, valorando los aspectos que la caracterizan y la hacen única. De ahí que todos sus reportajes de boda estén llenos de sentimientos y sensaciones.
Una experiencia maravillosa en el que cada proveedor aportó lo mejor de sí mismo, su labor y sus ideas para enriquecer y dar forma al concepto que tenían. ¡Enhorabuena porque es un trabajo super exquisito y de lo más inspirador!
Localización: Castillo de Viñuelas | Vestido de novia: Raquel Ferreiro | Traje novio: Sastrería Foraster | Maquillaje y Peinado: Javier Lorenzo Larraona | Floristería: Florever | Joyería: Anna Bonfill | Fotógrafo: Lab Studio
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