8 cosas que NO debes hacer inmediatamente después de comprometerte
Sabemos que el momento posterior a comprometerte es todo ilusión y emoción pero recuerda tener siempre los pies en la tierra. Estas son las 8 cosas que no debes hacer nada más comprometerte.
Si has llegado hasta este post, ¡enhorabuena! Porque lo más probable es que acabes de anunciar tu compromiso. Tienes claro que los próximos tiempos serán de muchas emociones, pero también de volcarte en organizar tu boda, y esto puede hacer que el tiempo pase más rápido de lo normal. Te aconsejamos que vayas despacio para poder saborear cada momento, porque es una etapa única que no volverá.
Y a pesar del empeño que pondrás en ordenar tu vida seguro que hay momentos que escapan de tu control, por eso vamos a darte 8 consejos sobre los errores que no debes cometer si acabas de comprometerte.
1. Empezar a invitar a todo el mundo
Evidentemente tú tienes claro quienes son tus imprescindibles en tu boda y en cuanto les des la noticia se darán por aludidos. Ellos saben por qué se lo cuentas. Sin embargo, con la alegría del momento, es posible que empieces a invitar a diestro y siniestro y a todo aquel que te da la enhorabuena.
Intenta controlar tu emoción cuando des la noticia, ya que puedes encontrarte con que has invitado a gente con la que no tienes mucha relación y finalmente decidas no invitar cuando llegue la hora de la verdad. Piensa que es mucho mas complicado decir que no o dar explicaciones si ya les habías invitado ¡aunque sea por Facebook!
Un tiempo prudente para esperar a invitar formalmente a la boda es unos 3 meses antes del enlace, cuando ya has encontrado un sitio adecuado, sabes las fechas y demás detalles importantes. Aunque esto claro está, depende completamente de los novios.
2. Organizar la boda antes de tiempo
Es evidente que una vez te has comprometido es para empezar a pensar como será todo y tendrás ganas de consultar todos los portales y blogs de bodas que existen. Pero cuidado con correr demasiado ponerte a contratar provedores con un año de antelación. Ve cerrando poco a poco los detalles sobre la fecha, el lugar, el número de invitados… y tómate tu tiempo para organizar los pequeños detalles y disfrutar de tu nuevo estado como comprometida sin vivir en un permanente estrés organizativo.
3. Pensar solo en ti
Puede que casarte sea el sueño de tu vida y lleves planeando en tu mente este día desde que tienes uso de razón. Sabes perfectamente como iba a ser tu vestido y has visualizado miles de veces tu mano con tu precioso anillo. Pero no debes olvidar que aunque este sea tu sueño, el compromiso implica a más personas, empezando por el novio pero también a tu familia e invitados. A partir de ahora tendrás que contar con tu prometido para tomar todas las decisiones sobre “vuestra boda” y no sobre “tu boda”.
4. Ocupar demasiado tu agenda
Cuando anuncias tu compromiso tu lista de tareas crece considerablemente así que intenta que sea una época de pocos altibajos o no llegarás a todo. Intenta no planificar grandes cambios para estos meses o colapsar tu agenda con nuevos proyectos que seguro que pueden esperar. Centrarte en la organización pero sin estrés será la mejor forma de disfrutar del momento y tener tiempo también para ti.
5. Asentir por inercia
Estás emocionada y los proveedores lo saben, así que ten cuidado con decir sí a todo. Seguramente escucharás ofertas que (crees) no podrás rechazar, propuestas exclusivas y verás hecha realidad tu boda antes de tiempo gracias a magníficos profesionales. Pero es muy importante poner los pies en la tierra antes de decir sí. El mundo nupcial es muy generoso con su oferta, así que busca y compara, y si finalmente vuelves al principio será genial, pero con la seguridad de haber tomado la decisión acertada.
6. Dejar de lado tu carácter
Vas a empezar a escuchar todo tipo de opiniones y consejos sobre cómo se debe hacer esto o aquello. Puede que incluso te veas con decisiones tomadas por influencias externas, así que ten en cuenta que no pasa nada si dices no a los consejos. Aprende a decir no con sutileza y recuerda que la boda es únicamente de la pareja, que es quien decidirá todos los detalles por pequeños que sean.
7. Olvidar que hay vida más allá del día B
Vale, tu vas a casarte. Pero seguramente muchas de tus amigas no están comprometidas aún, otras muchas ni siquiera tendrán novio, así que por favor mantén los pies en la tierra. Intenta tener un poco de empatía y no hables sin parar sobre tu boda, lo bonita que va a ser y lo feliz que estás por tu nuevo estado sentimental. El gran día va a pasar y querrás que tus amigas lo sigan siendo ¿no?
8. Relativizar
Lógicamente tu boda no lo es todo. Es un día de tu vida. Uno muy importante, que pasarás mucho tiempo organizando puede que hasta ese día lleves toda la vida soñando con el, pero ese día pasará. Volverás del viaje de novios y regresarás a tu vida cotidiana. Habrá cambiado tu estado civil, puede que tu casa y algunas cosas más, pero poco a poco recuperarás la normalidad. Así que no dejes tus hobbies de lado, o a tus amigos y familia. No dejes que la boda sea una prioridad por encima de todo lo demás.
Ten en cuenta estos consejos para poder disfrutar de tu nueva situación sentimental, mantener los pies sobre la tierra y organizar tu día B con tranquilidad. Disfruta y que ¡no se te vaya de las manos!
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