La decoración de la boda es un tema muy personal: cuanto más temática, más hincapié hay que hacer a la hora de embellecer el evento. Dejad que fluya vuestra imaginación, y valorad el tipo de gala que queréis para sorprender a vuestros familiares y amigos según el estilo con el que os sintáis identificados.
- Día de campo
El ideal es decorar la finca como si de una fiesta campera se tratara, con farolillos en los árboles, cisnes en el lago y piedras luminosas que indican el camino, además de destinar una zona para barbacoa. Para decorar las mesas, los centros deben ser de frutas o bien de plantas suculentas, para aportar más frescor.
- Boda vintage
Una boda con toques vintage no debe recaer en el aburrimiento ni en la sobriedad. Se pueden decorar las mesas con cupcakes de colores, estratégicamente colocad0s en bandejas altas. En este caso podemos abusar de decoraciones barrocas, cargadas de objetos nostálgicos que hagan alusión a nuestra infancia.
Este estilo es ideal para aprovechar y reciclar algún mantel de la abuela o un juego de loza de un anticuario. Podemos dar vida a aquellos objetos que quedan guardados en un cajón porque han pasado de moda. Utilizando esta decoración, podéis recordar épocas pasadas y volver a vivirlas en vuestra boda. Los toques de attrezzo, además de sofisticados y elegantes, han de ser divertidos, ya que la sobriedad del vintage no debe dar sensación de aburrimiento en ningún momento.
- Boda en la playa
En el caso de las bodas a la orilla del mar, los detalles de la decoración son algo más simples que en otros entornos, lo cual puede llegar a convertirse en una ventaja a vuestro favor. Hay que centrarse en el color, que debe ser vivo, y destacar entre los colores neutros de la arena. Colores como el rosa, amarillo, verde o cereza, son infalibles para un entorno de mar y arena.
Una vez terminada la ceremonia, os podéis centrar en decorar las mesas con tonos algo más pastel y muy luminosos, si el banquete tiene lugar por la noche. Unas antorchas que se claven en la arena pueden indicar el camino hacia la barra libre, y darán un aire sofisticado a la velada. Y, sobre todo, recordad que una boda en la playa ha de ser cómoda y divertida, por lo que escoged playas en las que apenas sople el viento y con vista al oeste, para que la puesta de sol no sea molesta ni incómoda a la vista.
Autor invitado: Concha Molina de En Buenas Manos
Experta en organización de bodas
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