Eduardo y Thais se conocieron a través de unos amigos en común y desde el primer momento sintieron un flechazo instantáneo. En el restaurante de una hospedería de Palma del Río, Eduardo se declaró y le sorprendió con un montón de pétalos de rosa y notas de amor. Todo acabaría en una boda el 25 de Noviembre de 2017.
Los novios
Para su gran día, Thais eligió un vestido de Vertize Gala de corte princesa con espalda de encaje y un broche de pedrería por debajo del pecho. “Cuando me lo probé, me quedé con la mente en blanco frente al espejo y sólo pensaba en mi marido. En ese momento, sube que sería ese y me imaginé andando hacia el altar, vestida de blanco, bailando toda la noche, disfrutando de cada detalle del vestido y cada segundo que pasase con el puesto. Me vi en mi propio sueño”, declara la novia. Los zapatos se los encontró en una pequeña tienda de Córdoba de casualidad. De encaje y con un centímetro de plataforma y nueve centímetros de tacón y con el empeine y los dedos al descubierto.
Para el ramo de novia escogió a Jesús Romec del que declara que hizo exactamente lo que quería con los tonos que necesitaba para que todo fuera en consonancia con la boda y las damas de honor. Además le hizo un ramo en miniatura para poder regalárselo a su cuñada, que era la próxima en casarse. Como complementos, eligió unos pendientes de lágrima con pedrería de aproximadamente unos cuatro centímetros que iban a la perfección con el peinado y el vestido. Además, también llevaba una pulsera de plata con el símbolo infinito.
Eduardo llevó un traje de la firma Lino Clemente en tono azul intenso, compuesto por chaleco y corbata con topitos blancos. Además de tirantes del mismo tono. Por otro lado, portó unos gemelos de forma octogonal de plata que fue un regalo de su hermana y un reloj de Festina de cuero marino y esferas en el mismo color
Ceremonia y Blanquete
La ceremonia y el banquete tuvo lugar en el Cortijo El Alamillo, en Villarrubia, Córdoba, una construcción típica andaluza de finales del siglo XVIII que inicialmente se dedicaba a la crianza de reses bravas.
“Cada rincón de aquel lugar respira encanto, belleza, naturalidad… Dispone de innumerables lugares que hacen a tus invitados sentir que aún hay más cosas por descubrir y así, se lo hicimos saber. Los dueños siempre estuvieron acompañándonos en todas las visitas que hicimos, nos aconsejaron en cada momento, nos dieron muchos consejos de como sacarle partido a cada lugar, estuvieron pendientes de nuestros invitados… ¡La verdad, es que son geniales! No voy a dudar ni un segundo donde volver a celebrar cualquier acontecimiento importante que vuelva a tener”, describe Thais sobre aquel gran día.
En primer lugar, la ceremonia se realizó en el jardín del Cortijo, en el que, tras pasar un arco adornado por los novios con tul blanco y conos de arroz pintado, llegaban a un pasillo lleno de pétalos blancos naturales y faroles con paniculata en su interior. Las sillas de la ceremonia estuvieron adornadas con ramilletes y tul blanco. Al final de este pasillo, terminabas en un altar y un arco de madera con cortinas blancas y todo ello adornado con flores.
Respecto a los detalles de la decoración, en unos de los laterales podías encontrar la palabra LOVE hecha de madera y luces. En el otro lado, podías encontrar, cañones de pétalos y un cartel que decía: “Hoy será difícil aguantar la emoción, así que, no cortes ¡¡y coge uno!!” Debajo de ese cartel había una cestita con pañuelos, en el que ponía “Sabemos que no es algo que se te ha metido en el ojo… pañuelos para ¡tus lágrimas de felicidad!” Ambos detalles fueron diseñadas por Thais.
Para el sitting quisieron hacer algo diferente. A la entrada del patio donde se celebró la copa de bienvenida, adornaron un árbol seco con paja y una pizarra. En ella decía: “Busca tu llave y encontrarás tu sitio”. Todo el árbol fue adornado con llaves antiguas y una etiqueta en la que ponía el nombre de cada invitado y por detrás una canción. Esa canción, los llevaría a su mesa y posteriormente a una sorpresa inesperada. Durante la celebración del convite iban sonando las canciones que se eligieron para cada mesa y los invitados tenían que arrancar a bailar durante 30 segundos. Debían hacerlo con todas sus ganas porque luego se escogió la mesa que mejor lo hubiese hecho.
Y ahí no acabaron las sorpresas. Los invitados pudieron deleitarse con un espectáculo del jinete Juan García con un precioso caballo de pura raza española de color castaño acompañado tres bailaoras flamencas. Además, el cierre de la actuación lo protagonizó la propia novia con un sorprendente baile a caballo que despertó la emoción de los invitados.
Cada mesa fue adornada con una jaula vintage y paniculada. En el centro, junto a un camino en tela de saco de color tostado, había un cartel en el que explicaba los pasos a seguir para el funcionamiento de una app del día de la boda. Esta aplicación se descargaba en sus smartphones y en ella, podían subir fotos, compartirlas y descargarlas para que cada uno escogiera las que más le gustaba.
Para el banquete eligieron el Catering El Palacio, de La Carlota, Córdoba. “Hicieron posible que todos los platos salieran en su punto. todos calientes, muy bien cocinados y con un sabor exquisito”, subraya Thais. Y como detalles de los invitados les regalaron a los hombres una botella de 375 ml de un riquísimo vino tinto con denominación de origen de García Carrión que se encontraba en el interior de su caja para su perfecta conservación. Para las mujeres, unos tarritos hechos a mano por Thais adornados al estilo rústico-vintage con una cinta de flores a juego con la temática de toda la boda.
Toda la boda fue inmortalizada por Rafael Badia. “Rafa, es capaz de capturar cada momento único, de expresar en una imagen todo lo que necesitábamos recordar. Tenemos todos aquellos recuerdos, momentos, sentimientos y expresiones que queremos guardar para el resto de nuestros días”, quiso explicar Thais.
Así, como la boda fue grabada por el profesional Antonio Castillo. “Antonio ha sabido coger a la perfección nuestras miradas de complicidad, la felicidad que se reflejaba en nuestras caras, en las caras de nuestras familias, los abrazos más sinceros… Nos ha dado la oportunidad de reír sin parar con la emisión de nuestra preboda durante el banquete. Nos ha hecho derramar miles de lágrimas al revivir momentos personales. Recuerdo sentir miles de emociones en cada parte del reportaje”, comparte con Zankyou la emocionada novia.
El baile
La canción que eligieron para el baile fue la versión en castellano de Christina Perri, A thousand years. ¡Un momento realmente inolvidable!
“Bajo mi punto de vista, es la canción más bonita, pura y sentimental que jamás haya podido escuchar. Nos fundimos en un precioso baile marcado con algunos pasos, a la luz de las bengalas con la que estábamos siendo alumbrados”, concluye Thais.
Vestido de novia: Vertize Gala | Florista: Jesús Romec | Traje del novio: Lino Clemente | Complementos: Festina | Lugar de la celebración: Cortijo El Alamillo | Catering: Catering El Palacio | Detalles: García Carrión | Fotógrafo: Rafael Badia | Videógrafo: Antonio Castillo | Decoración: Thais Casado
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