15 canciones que odias pero seguro que bailarás en tu boda

Cuando a música se refiere, el mundo está dividido en dos tipos de personas. Por un lado, los puristas que están afincados en un género; por otro, los que disfrutan con la música que saca su lado más divertido, sea la que sea. En las bodas, los que salen ganando son los segundos, ya que priman los éxitos de ayer y de hoy, muchos de ellos bastante chorras. No obstante, ambos lo dan todo cuando el DJ opta por estas perlas musicales. Ya seas el hijo menor de Beethoven, el fan número uno de Camela o el guitarrista de Metallica, bailarás estas canciones de boda como uno mas.

Bailando (Enrique Iglesias): desde 2014, el hijo de Julio Iglesias se ha colado en fiestas, bautizos, reuniones familiares y en tu boda, aunque te cueste reconocerlo. Al principio gustaba, pero su repetitiva aparición en cualquier lugar con altavoces ha superado los límites del decoro. Pero, sí, esa noche la bailarás con todo el ritmo latino que te quede dentro.

Paquito el chocolatero (Gustavo Pascual Falcó): si suena, estás perdido. Cuando te coja tu tía y empecéis a moveros arriba y abajo, el embrujo de este señor te atrapará sin remedio. En el fondo te gusta.

La Gozadera (Gente de Zona y Marc Anthony): desde que salió a la palestra, se ha extendido como la peste. A diferencia de otros virus, este ha sido acogido con los brazos abiertos y no hay persona que no lo goce, ya sea en Miami, Puerto Rico o Albacete.

Tractor amarillo (Zapato Veloz): Zapato Veloz es el nombre del grupo que dio vida al vehículo de la agricultura más famoso del Sistema Solar. Con la intención de hacer frente al Yellow Submarine de The Beatles, esta melodía penetró en todas las fiestas populares del país. Incluso en las bodas más cool, el ritmo del Tractor Amarillo llega pisando fuerte, desatando el jolgorio como si de la última juerga antes del fin del mundo se tratase.

Happy (Pharrell Williams): la gente no odia esta obra de Pharrel Williams, pero se ha repetido tanto como La Barbacoa de Georgie Dann, y eso duele. No importa. En las bodas hay que mostrarse feliz y emocionarse. ¿Se te ocurre alguna canción mejor?

Saturday Night (Whigfield): uno de los bailes más míticos de la historia, aunque acabes de enterarte del nombre de la canción y de su intérprete. Bailarás durante el primer minuto y medio. Después, irás a pedirte otra copa.

El taxi (Osmani García, Pitbull y Sensato Del Patio): un trío de los que hacen época, sobre todo en cuanto a letras subidas de tono se refiere. Por algún motivo, la mayoría de españoles y sudamericanos se han subido a ese taxi y las bodas son las principales paradas de su hoja de ruta.

No rompas más (Coyote Dax): otro baile que aprendiste hace años, quizá en la plaza de tu pueblo. Una oda a la música country de barrio, la crème de la crème para romperse, además de tu “pobre corazón”, la cadera como mandan los cánones. Obligatorio fingir que se lleva sombrero de cowboy.

El baile de los pajaritos (Werner Thomas- María Jesús y su acordeón en España-): aunque lo niegues, te sabes el baile “de pe a pa”. ¡Hasta en Estados Unidos la bailan! El reto es mayor con el vestido de novia, pero nunca debe faltar en tu lista de temazos si quieres librarte de los abucheos.

Yo quiero bailar (Sonia y Selena): Sonia y Selena son referentes culturales a la altura de Platón y Aristóteles y se merecen un hueco en tu gran día. Recordarás el verano de 2001 mientras su “baila, baila, bailando va” destruye la dignidad de todos vosotros. Pero lo disfrutaréis como nunca.

Mi gran noche (Raphael): un clásico que no morirá ni con la llegada de los extraterrestres dentro de algunos siglos. Con esta canción, el público se siente Pavarotti por una noche, su gran noche, mientras luchan por no teñirse de blanco y negro.

Sarandonga (Lolita): ¿también te viene a la cabeza la cara de Lolita cuando comes arroz con bacalao? Esta canción la bailarás sí o sí, aunque no sepas qué significa “cuchibiri cuchibiri” o el resto de estrofas incomprensibles que sobreviven en torno a un estribillo demoledor. Seguro que acabas taconeando sobre alguna mesa.

I will survive (Gloria Gaynor): un himno que en las bodas aparece al final, como cierre de una noche mítica. Si el resto de la playlist ha sido aceptable, I will survive será el éxtasis. Los invitados alcanzarán el Nirvana al tiempo que las abuelas se suben al autobús de vuelta.

El chachachá del tren (El Consorcio): este medio de transporte popular lleva en circulación desde 1994. Recorre todas las bodas y es capaz de construir trenes de varios vagones en todas ellas. Niños y mayores se suben a él y berrean sus estrofas como si fuera su canción de cabecera.

Ave María (David Bisbal): la canción más famosa que salió de Operación Triunfo y tema obligado para girar como peonzas en una noche tan importante como ésta. Bulería también cabe en este vuelta a la pasión latina que se despertó a principios de los años 2000. No olvides la patada en el aire del amigo de los rizos.

Esta lista de canciones es fruto de un concienzudo estudio musical en materia de bodas. Sabemos que todas ellas aparecerán en tu playlist nupcial y que las bailarás como nunca.

Después de todo, pon atención a estos tips para saber cómo elegir la música de vuestra boda y ¡triunfar!

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