La Victoria tiene dos joyas de incalculable valor para que los servicios de cóctel y banquete no queden al azar. Así, Catering La Victoria y D’Buen Gusto se han convertido en los caballos ganadores no solo de la compañía, sino de todos los novios que optan por sus especialidades para otorgar personalidad a sus bodas. Porque si bien el vestido de novia o el espacio de celebración son importantes, el cóctel y el banquete quizá sean las grandes estrellas, los recuerdos que todos los invitados se llevan para hablar de las bodas en el futuro.
Catering La Victoria
Víctor es el responsable de este catering, pero el nombre de su empresa no solo se acoge a este sustantivo, sino que lo extiende hasta el éxito: La Victoria. Porque escoger este catering es sinónimo de éxito, sobre todo en bodas, pero también en otros eventos como barracas y grandes fiestas. Puede acometer celebraciones de entre 50 y 10.000 invitados, un número que les exige dar lo máximo sin decepcionar jamás. Ofrece servicio de catering, pero añade su muestrario de servicios la decoración y la iluminación para que todo vaya en la misma sintonía. Y el resultado es increíble, ya que son capaces de transformar cualquier espacio y adaptarlo a la filosofía de cualquier pareja. En este sentido, el equipo de La Victoria no puede ser más completo, ofreciendo lo mejor de su experiencia para sorprender con cada partida contratada. El menú empieza en los 50 euros y depende mucho de las peticiones de los novios, pudiendo llegar hasta los 165.
Una vez reservado el catering, mejor con al menos seis meses de antelación, comienza la planificación del evento con las parejas, siempre adaptado al presupuesto que se establece en la primera reunión entre ambas partes, partiendo de los 66 euros. En este sentido, la personalización es clave. Seguidamente, tiene lugar la prueba de menú y la visita a la central del catering para concretar asuntos como el mobiliario y la decoración, un plus gracias a La Victoria. Continuamos con la reunión con el DJ para establecer la música preferida de la pareja y adaptarla al estilo del profesional. Después, los preparativos, la ejecución del catering durante el Día B y la recogida del material.
Catering D’Buen Gusto
Nos encontramos ante un todoterreno del sector nupcial. Porque D’Buen Gusto se concibió para triunfar en las bodas, pero ha extendido su modus operandi. Además de catering propiamente dicho, el sonido y la decoración forman parte de sus servicios, tal y como hace La Victoria, ampliando el campo de actuación con la misma brillantez. Para ello, cuentan con un equipo especializado que se encarga de cada fase de la boda, cada uno en su sitio y contribuyendo a que la celebración salga perfecta. Esta centralización de los servicios es parte indispensable de su trabajo y de su éxito. En los últimos tiempos, las bodas tipo cóctel con puestos temáticos se han llevado casi todos los aplausos, instalando un nuevo concepto mucho más moderno e internacional.
D’Buen Gusto se ha convertido en una de las grandes apuestas de la compañía por la calidad de su oferta gastronómica. Un conjunto de delicatessen preparado no solo para satisfacción de los paladares, sino para abastecer a un gran numero de personas, entre 50 y 5.000 invitados. Además, incluyen una gran preparación de los eventos, pues no solo introducen decoración e iluminación, sino que transforman completamente algunas fincas en las que jamás han trabajado. Un reto que asumen sin errar y que se ha convertido en una de sus grandes señas de identidad.
El catering es una de las grandes partidas de las bodas, sin duda el recuerdo que los invitados se llevan a su casa y materializan a lo largo de los años para recordar dichos acontecimientos. Es imprescindible que esta partida sea una de las más cuidadas y en manos de Catering La Victoria o D’Buen Gusto es una apuesta segura. ¿Te vas a arriesgar?
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