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El Palacio más real de mi reino
Una boda de cuento moderno dirigida para parejas reales y amores de verdad. Un reportaje que destila puro romanticismo con un toque valiente, pasional y transgresor.
No hay forma más especial parar abrir el último editorial que nos trae el equipo de Violetas en el Asfalto, que con la poesía del joven escritor Miguel Gane, un artista que ensalza la figura de la mujer de una forma única, extraordinaria e inigualable.
Ella era toda la poesía que se escribía en Madrid; el verso más bonito de Gran Vía, la boca más hermosa de Malasaña, los ojos más tímidos de los cines de Callao, la cabeza más heavy que había pasado por Argüelles, la cintura más bonita que veías por el metro, las piernas más largas de la Plaza Mayor, la falda más corta de Montera. La musa que aún seguía inspirando a la estatua de Bécquer. El rayo de sol más brillante de una tarde de domingo en el Retiro. La reliquia más bonita del rastro. La que podía domar los leones de Cibeles. La quinta torre de Madrid. El Palacio más Real de todo mi reino. Madrid es ella, y yo, solo una de sus calles.
Y después de estas preciosas y delicadas palabras, os presentamos El Palacio más real de mi reino, una boda de cuento moderno dirigida para parejas reales y amores de verdad. Un reportaje que destila puro romanticismo con un toque valiente, pasional y transgresor.
Una sesión que se realizó en el Hotel Orfila de Madrid, el escenario perfecto para contarnos esta historia que no teme subir al escenario lo que sucede entre bambalinas, apoyada por un magnífico elenco de proveedores, que encabezan Acus Complementos, Karolina Fresneda, Me Pido este Vestido y Bere Casillas, y que magníficamente retratan Claudia Guerra con estas maravillosas imágenes y Azulroto con el reportaje audiovisual que veremos al final del artículo.
Con un guiño a la estética del Moulin Rouge, se encienden las luces y sombras de la Belle Époque y el Modernismo, y aparece una mujer real, luchadora y empoderada. Una novia con curvas, una mujer que proyecta su belleza desde dentro hacia afuera, que se siente orgullosa de su alma y su cuerpo y no teme mostrarlos al mundo. Una novia osada con corona joya, que se siente y se muestra como una diva para desterrar cualquier prejuicio. Una mujer que vive su amor con intensidad y vitalidad, con una actitud sincera, mezclando sensualidad y elegancia. Y a su lado un hombre bohemio y valiente; artista, apasionado, liberal y vanguardista.
El objetivo de este editorial no es otro que reivindicar la humanización de la belleza y hacerla vencedora a través del amor y su celebración. Un canto a la verdad, a la belleza, a la libertad y al amor.
Silvia Gallego, fue la estilista encargada para el maquillaje y peinado de este editorial. Una profesional del mundo de la cosmética que se inclinó por un maquillaje cuidado y potente en distintas gamas de tonos tierra, burdeos y ahumados, los colores protagonistas de la sesión. Resaltó de forma sutil y elegante los labios de la modelo y apostó por dar más profundidad a la mirada, aplicando también delineador negro en los ojos del novio para imprimir un carácter más decadente y seductor. Un maquillaje intenso y cautivador al más puro estilo Belle Époque.
Envueltos en frescos, tejidos decadentes, estampados étnicos, flores exuberantes, botellas metalizadas, velas y olor a cera, esta pareja celebra su palacio: el de una vida elegida a pesar de esa dureza de la que están dispuestos a extraer toda su hermosura imperfecta, con una mirada repuesta de orgullo, esperanza e inocencia a toda amargura.
Una obra de arte de realismo y voluptuosidad. Los protagonistas, tanto él como ella, se preparan juntos para la gran función que les espera: salir para dar a conocer al mundo el glamour de la verdad y la importancia de quererse y mostrarse tal y como uno es, el famoso carpe diem, de vivir y aprovechar más cada minuto de nuestra existencia. Un baile por la aceptación en medio de un decorado sugerente y suntuoso: iluminación dramática, intensidad cromática de dorados, negros y burdeos, plumas, pedrería, terciopelo y escotes de vértigo…
Y para el cierre de este dulce homenaje, una espectacular mesa de banquete con unos deliciosos mini-cakes y red velvet, que dan las gracias a Lautrec por reconocer que el matrimonio es una cena que comienza por el postre.
Enhorabuena a todos y cada uno de los proveedores que ha hecho posible este editorial porque el resultado es brillante y excepcional. Gracias por teletransportarnos a este ambiente idílico y por hacernos partícipes de este maravilloso cuento de hadas. ¡Se nota cuando se pone ganas, ilusión y mucha pasión!
Localización: Hotel Orfila | Vestido de novia: Me Pido Este Vestido | Complementos novia: Karolina Fresneda – Acus Complementos – Bendita la Hora | Maquillaje y Peinado: Silvia Gallego Estilista | Traje novio: Bere Casillas | Organización, Diseño y Coordinación: Violetas en el Asfalto | Fotógrafo: Claudia Guerra | Videógrafo: Azulroto | Floristería: Botanyco | Repostería creativa: Happy Ever After | Papelería: Fishingeye | Lencería: Kosa Ilusión | Modelos: Laura Mesa y Nahuel Furrer
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