Echas la vista atrás y parece que fue ayer cuando diste el “sí, quiero” a tu pareja, pones fin a tu luna de miel, recibes tu reportaje fotográfico y revives todos esos momentos inolvidables donde solo queda la nostalgia… Bueno, y tu vestido de novia.
Te encanta tu traje de novia, por algo invertiste tantas horas para escoger el apropiado para ti pero ahora…, ¿qué haces con él? Te damos las claves para que tu vestido más especial tenga una segunda vida.
1. Véndelo
Puede ser una opción drástica y es posible que no te sientas con la fuerza de hacerlo si para ti tu vestido de novia es más que una simple prenda. Sin embargo, hay muchas novias que deciden comprarlo por motivos menos sentimentales o más livianos como la ilusión de estrenar y llevar su propio vestido. Por ello, venderlo es una de las mejores opciones para aquellas personas que no tengan un especial apego a su traje y prefieran una compensación económica antes que tenerlo en su trastero.
2. Alquílalo
La opción a medio camino entre conservarlo y venderlo, la única manera de seguir conservando tu adorado vestido obteniendo algo de rentabilidad. Puedes hacerlo mediante tiendas especializadas o a través de internet. Lo negativo es que es una alternativa con menos éxito que la venta ya que las novias no podrán hacer pequeños retoques si fuese necesario.
3. Dónalo o regálalo
Sé sincera… ¿Realmente necesitas ese dinero? Puede que el hecho de donar tu traje de novia sea una de las mejores opciones del momento. Es probable que haya muchas novias sin recursos deseosas de poder contraer matrimonio con un look como el tuyo. Piensa en alguien que pueda tener medidas similares a las tuyas y haz la buena acción del mes. Seguro que te sientes fenomenal después de tomar esa decisión. Otra opción es regalárselo a alguna conocida que tenga en mente casarse pronto, al igual que lo hiciste con tu ramo el día de tu boda.
4. Trash the dress
Es posible que ya hayas oído hablar de esta tendencia. Si no es así, te contamos en qué consiste: la idea es realizar un reportaje fotográfico llamativo donde lo último que importa es cómo acabe tu vestido. Se puede manchar, mojar, pintar, ensuciar y hasta estropear sin ningún tipo de miramiento con el objetivo de disfrutar y conseguir unas instantáneas espectaculares. Normalmente se eligen paisajes opuestos a los del día de la boda para tener un book de fotos de contrastes.
5. Reutilízalo
La inclinación de muchas novias en los últimos años ha sido escoger un vestido más sencillo y funcional de lo que se entiende por traje de novia con el propósito de darle uso una vez pasado ese día. Si no quieres quedarte con las ganas de llevar un vestido de novia corte princesa, siempre puedes reutilizarlo. Una alternativa muy práctica puede ser transformarlo, desde hacer un pequeño retoque con el largo hasta teñirlo de otro color. O en último caso, se puede aprovechar la tela para hacer pañuelos, cojines, recordatorios… ¡Lo que se te ocurra! Un bonito recuerdo dándole un uso renovado.
Si a pesar de estas opciones eres una romántica empedernida y crees que debes conservarlo el resto de tu vida, te aconsejamos que sigas los siguientes pasos: llévalo a la tintorería, envuélvelo en papel de seda azul, mételo en una funda y guárdalo en una caja. Aunque también puedes comprar un maniquí de costura y usarlo como elemento decorativo. Descubre cómo guardar tu vestido de novia.
A partir de ahora, en las próximas bodas tendrás un papel muy diferente, cambiarás tu vestido de novia por vestido de invitada, no te pierdas los consejos para ser la invitada perfecta.
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