De él se dice que es el secreto mejor guardado de toda boda y sin duda uno de los elementos que acapara más comentarios en el gran día. Hablamos del vestido de novia, una de las prendas más especiales que lucirás en tu vida y con la que muchas chicas sueñan desde pequeñas. Elegir el modelo más adecuado, el que mejor se adapta a ti, el que mejor te queda y ese con el que deslumbrarás a todos tus invitados se convierte para muchas chicas en toda una odisea en la que las dudas son constantes.
Y es que aunque puede que te resulte complicado decidirte por un modelo o que dudes si el que te estás probando es el más idóneo, hay una serie de factores que te indicarán que ese NO es el vestido que deberías lucir en tu gran día. ¡Te los contamos!
1. Si no te sientes cómoda con él
El primer signo de que un vestido de novia es el ideal para ti es que estés cómoda cuando lo lleves puesto, que te resulte fácil moverte con él y que creas que serás capaz de aguantar llevarlo todo el día sin que tu cuerpo se resienta (bien por el peso del vestido, por los materiales de los que está hecho o simplemente porque tiene un estilo que no estás acostumbrada a llevar). Si el vestido que te estás probando no te resulta cómodo, deséchalo inmediatamente. Ese NO es el vestido de tu boda.
2. Si te ves “rara” con él
Muchas novias piensan que verse disfrazadas con un vestido de novia es algo natural ya que no es algo que se luzca todos los días. Pensar así es un error. Aunque es cierto que no es un modelo habitual en la vida de una chica, toda novia debe sentirse ella misma con su vestido de novia. Si sientes que no eres tú cuando lo llevas puesto, es que NO es tu vestido de novia.
3. Si no es de tu estilo
Aunque vestirse de novia es algo especial, es fundamental que el vestido que elijas sea una extensión de ti misma, una expresión de cómo eres. Si nadie reconocería tu estilo en el vestido que te estás probando, es que NO es el vestido ideal para ti.
4. Si se sale de tu presupuesto
Muchas novias cometen el error de probarse vestidos que están muy por encima del presupuesto que tenían asignado para este elemento. Desafortunadamente, por muy bien que te veas con el modelo que te estás probando, si no puedes pagarlo, claramente NO es el vestido ideal para ti. Ten en cuenta que una boda supone un gasto importante de dinero y el presupuesto muchas veces tiene que ajustarse a lo que tenías previsto, por mucho que eso te duela o que veas cosas que te gusten más en precios superiores.
5. Si les convence más a tus amigos o familiares que a ti
Si acudes acompañada de mucha gente a probarte vestidos de novia, como te contábamos en este post es uno de los errores más frecuentes de las novias, puede darse el caso de que haya un modelo que guste mucho al resto, pero poco a ti. En esos casos, la presión de las opiniones de tu madre, tu suegra o tus amigas puede hacer que acabes comprando un vestido que no termine de convencerte solo porque ellas creen que es el ideal para ti. Si sientes que eso es lo que te está pasando, no lo compres. Ve a casa y vuelve a pensarlo porque casi con toda seguridad, ese NO es tu vestido de novia.
6. Si el vestido te gusta pero no te encanta
El vestido que luzcas el día de tu boda tiene que tener para ti un componente de cierta “magia”. Si no sientes que el vestido que llevas puesto se complementa perfectamente contigo y que no podría haber otro diseño con el que caminases hacia tu chico en tu gran día, es que NO es el vestido ideal para ti. Tómate tu tiempo y no te precipites con la elección.
7. No se adapta al estilo de tu boda
Debes tener en cuenta el tipo de boda que quieres a la hora de elegir tu vestido. A nadie se le ocurriría llevar un vestido joya a una boda de estilo casual, ni uno adecuado para una novia hippie chic si lo que has planeado para el resto de tu enlace derrocha clasicismo y romanticismo. Ten en cuenta que una boda es un conjunto y que tu vestido debe estar integrado en él.
8. Si solo lo compras porque está rebajado
Igual que antes te hemos comentado que no debes probarte vestidos que estén por encima de tu presupuesto, tampoco deberías dejar que el precio fuese el factor que más influyese a la hora de escoger tu vestido de novia. Si un modelo tiene un precio que te encanta, pero no es el que más te convence, lo más probable es que te acabes arrepintiendo de tu decisión. Tenlo en cuenta antes de comprarlo. Y no olvides que, sea cual sea el vestido que elijas, lo más importante es que seas tú la que tenga la última palabra y que te veas perfecta caminando con él hacia el altar.
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