Son muchas las parejas que eligen la estación más fría del año para celebrar su boda. En el imaginario colectivo, casarse en invierno no es lo que todos soñamos, no es nuestro ideal de boda… Ya sea por el frío, por miedo a empaparnos bajo la lluvia o incluso por la nieve que puede calarnos los huesos. Esta estación, marginada desde siempre en cuestión de bodas, ovejita negra del rebaño, ha vuelto a lucir sus mejores galas y ha supuesto un escenario perfecto para miles de bodas que se celebran entre diciembre y marzo: ¿quién dijo miedo al frío?
¿Qué os parece la idea? No os dejéis llevar por las apariencias ni por las ideas preconcebidas: en invierno hay auténticos días de sol que despejan el cielo de nubes, otros que pintan de blanco nuestras ciudades (especialmente en el norte de España), un clima de tranquilidad que nos invita a querer estar entre amigos resguardados del frío pasando un día que brilla por su calidez… Una boda en invierno es tan bonita como una boda en cualquier otra estación del año, porque -como sabéis- el calor ya os encargáis de ponerlo vosotros y vuestros invitados.
Aquí os dejamos nuestra aportación materializada en fotografías y os invitamos a recorrer esta galería para que os deis cuenta de que el invierno ha dejado de ser el patito feo en cuestión de celebraciones. Se ha convertido en un precioso cisne: elegante y pacífico, que con toda seguridad os hará disfrutar de vuestra boda y os dejará instantáneas tan hermosas como las que os presentamos a continuación.
Si os preguntáis cómo elegir el fotógrafo de la boda, es sencillo, elige un profesional en el que destaque su frescura, amabilidad, empatía y profesionalidad que os asegure que reflejará el amor como protagonista, sea en la estación que sea. Cuando se quiere algo por encima de todo, no nos puede parar nada y el frío no es una excepción: ¡enamórate del frío!
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